La Cámara de Acusación confirmó la elevación a juicio de la causa que se inició por la explosión de la planta química Raponi en barrio Alta Córdoba.
El único imputado es Sergio Raponi, dueño del local, quien está acusado de "estrago doloso doblemente calificado por el peligro de muerte de una persona y por el resultado mortal en concurso ideal".
Por lo ocurrido en noviembre de 2014 murió María Agélica Cueto de 65 años, mientras que el joven Franco Amaya estuvo en riesgo de muerte durante un mes.
El abogado querellante, Carlos Nayi, dijo que la imputación "señala una pena de ocho a veinte años". Asimismo los defensores de Raponi tienen la posibilidad de apelar ante el Tribunal Superior de Justicia.
La pena establecida para este delito es de 8 a 20 años de prisión, de acuerdo al artículo 186 inciso 5 del Código Penal.
Tras la decisión de la Cámara, integrada por Carlos Salazar, Patricias Farías y Maximiliano Davies, la defensa de Raponi ahora tiene la posibilidad de apelarla ante el Tribunal Superior de Justicia (TSJ).