“Saben cuál es el músculo más fuerte del cuerpo?”, pregunta la guía.
Algunos se atreven a arriesgar en voz baja, mientras que uno menos tímido dice “el masetero”. Pero la guía refuta la teoría asegurando que el músculo más fuerte del cuerpo humano es la lengua, y describe en detalle cómo funciona.
Con nuevos conocimiento, curiosidad y algo de asombro, y con menos impresión de la que esperaban, se retiraban este jueves los primeros asistentes a la muestra “Cuerpo Humano”, en el Centro Cultural Córdoba, en la que se exhiben cadáveres reales sometidos a un proceso llamado plastinado (extracción de líquidos corporales y su reemplazo por resinas elásticas).
Estudiantes de Medicina y Enfermería tanto de la UNC como de la UCC ofician de guías, y brindan explicaciones acabadas y pormenorizadas sobre el funcionamiento de cada sistema del cuerpo. “Lo que me impresiona a mí es la tecnología con la que están tratados estos cuerpos, es muy curioso poder explorar el cuerpo humano a ese nivel, ver cómo funcionan los músculos, cómo circula la sangre”, dice entusiasmado Agustín (17), del Ipem 115 Domingo Sarmiento.
“También destaco que hay muy buenos guías, que te sacan todas las dudas”, agrega el joven, que no puede ocultar su interés por la muestra, previsible cuando responde que planea estudiar medicina forense o criminalística.
Agustín y sus compañeros recorren el Centro Cultural acompañados por varias docentes del colegio. El plan es, luego del recorrido, trabajar en clases con lo que pudieron absorber de la exhibición. “En Filosofía vamos a profundizar acerca de la ética”, afirma Adriana, una de las profesoras.
Mateo tiene 8 años y le pregunta a su mamá qué es lo que ve, para sacarse todas las dudas. Romina cuenta que la Medicina es una de las proyecciones que hace Mateo para su futuro. “Dice que quiere ser médico o guardabosque”, cuenta. “Siempre lo llevo a los museos: para aprender, hay que observar y conocer”, resume Romina.
Los alumnos de 1° año del Ipem 123 Blanca Etchemendy caminan a la par de Hugo, el profe de Biología que organizó la visita. “Teníamos planeado esta actividad, y la verdad es que los chicos no se han impresionado para nada”, explica Hugo. “A mí me impresionaron un poquito los bebés”, apunta Antonela, sobre la vitrina que exhibe fetos con distintos tiempos de gestación, normales y con patologías.
La presidenta de la Agencia Córdoba Cultura, Graciela Ayame, valoró la puesta a disposición del público de una muestra de estas características. “Yo lo que veo es un público espontáneo, que no sé si está enterado o no de la polémica”, apuntó. “La ciencia es una de las grandes variables para evaluar la cultura de un pueblo, nada es más democrático que poner el conocimiento al alcance de todos”.
“De esta muestra surgen preguntas sobre la vida, sobre algunas prácticas que tanto dañan nuestro cuerpo. Ver un pulmón de fumador o un hígado con cirrosis, impacta”, manifestó Ayame. “Si me preguntas, lo recomiendo para alumnos de tercer grado en adelante, pero es abierta a todo el mundo”, opinó Juan Manuel Ramia, de Prensa de la Agencia.