El arzobispo de Córdoba, monseñor Carlos Ñáñez, dijo este domingo que el aislamiento obligatorio por el coronavirus es "una oportunidad" para reunirse y encontrarse en familia, al celebrar misa nuevamente a puertas cerradas en la Iglesia del Monasterio "San José" de las Hermanas Carmelitas Descalzas.
En el marco de la eucaristía por el Domingo de Ramos en el inicio de la Semana Santa, Ñáñez resaltó que "la propuesta de la Iglesia en su liturgia es sumamente rica y puede inspirarnos en camino hacia el triduo pascual del jueves, viernes y sábado santos".
"Esta situación especial es una oportunidad para reunirnos y encontrarnos en familia, para mirarnos, unirnos en momentos de recogimiento y de oración en torno a la Palabra de Dios", remarcó el padre.
"Una buena petición en estos días es suplicar la gracia de amar. Amar a Dios ante todo y sobre todo. Amar a nuestros hermanos, haciendo el bien, no perjudicando a nadie, haciendo feliz al otro, más aún, haciendo felices a todos, cuidando el bien común. Hoy, de un modo especial, eligiendo quedarme en casa para cuidar a mis conciudadanos y para cuidarme con ellos", agregó Ñáñez en su habitual discurso de los domingos a la mañana
Por último, el arzobispo pidió que María Santísima "nos acompañe en esta Semana Santa con su silencio, con su cercanía", y cerró diciendo: "Que Ella nos alcance también el fin de esta pandemia que aflige al mundo entero. ¡Que así sea!".