Compartido por unos 63.000 usuarios y con unos 4.000 comentarios, el posteo de un cordobés sobre el "lenguaje inclusivo" y la real inclusión de las personas se convirtió en una polémica que no cesa desde su publicación, dos días atrás.
Se trata de un texto publicado por Severo Sosa y que narra lo que vivió en un bar de Nueva Córdoba, donde mantuvo un diálogo con la camarera que los recibió hablando en lengua incluyente, con un "hola chiques".
Ese fue el detonante para que Sosa publique un texto al que tituló Inclusión de cotillón, donde opina que inclusivo sería que los bares tengan carta en Braille, o con pictogramas para personas con autismo, o que los empleados manejen el lenguaje de señas.
De inmediato, su publicación dividió aguas y se fue popularizando al punto de que su autor fue entrevistado por televisión, en El Doce TV:"Nadie se anima a decirlo, pero hablar con lenguaje inclusivo no te hace inclusivo. Es cool, es maquillaje", criticó al tiempo que contó que tiene un hijo con autismo y una hermana ciega.
El Texto:
Inclusión de cotillón
Ayer me siento en un bar en Nueva Córdoba con un amigo y la sra. Llega la encargada de atendernos, nos saluda con una sonrisa y se da el siguiente dialogo que me trajo un recuerdo de una charla con unos amigos:
- Hola chiques!.
- Chiques? le dije yo, también con una sonrisa.
- Así es! , somos un bar inclusivo. Orgullosamente lo decía.
- Mira que bien, me viene bárbaro entonces, porque en un ratito viene mi hermana que es ciega. Tienen la carta en braille?
-Ay no, eso no tenemos. Me dijo la verdad un poco preocupada.
- Apa! Y no vas a creer, pero viene con mi hijo, que es autista. ¿Carta con pictogramas para la gente autista, tienen? Le pregunte.
- Y no, perdón… Me dijo visiblemente nerviosa.
-No te hagas drama, suele pasar. Pero la verdad me imagino que lenguaje de señas para los clientes sordos no deben saber.
- La verdad me estas matando. Me contesto sonriendo nerviosa.
Ella ya no estaba cómoda, sonreía con vergüenza, un poco de culpa, y un poco de embole también. Y ahí le dije: - No te hagas drama, suele pasar en todos los bares. Pero entonces lamento contarte que no son un bar inclusivo, son un bar progre de cotillón.
- Porque me decís eso!?
- Porque esos tres casos que te acabo de mencionar, son 3 grupos de gente absolutamente excluidos del sistema. En tu caso acá en el bar, casi que no podrían pedir lo que quieren porque no podrían hacerte un pedido. Algo tan básico como comunicarse y pedir que comer.
Querés ser inclusivo? Incluí a todos ellos, y todos los que el sistema directamente no da lugar. Es difícil, si y mucho. Porque si yo digo que ayudo a los pobres porque le doy $50 por mes a un pobre, no estoy ayudando, estoy haciendo ayuda de cotillón, de maquillaje, esa que se ve lindo, pero que sabemos que no sirve para nada mas que disfraz.
Despues nos trajeron el pedido, incluida la cuenta, esa la tenían en el idioma que quieras.