Un triunfo no servía para levantar el aplazo. Y el magro 0 a 0 de su último examen del 2029 menos aún. Lo manda a febrero condicionado a mejorar la calificación, después de reprobar año.
Belgrano cerró en Caseros la participación de los peores 12 meses de los últimos tiempos, y a tono con lo que fue. Un empate con sabor a poco, sin ganar de visitante en todo el torneo de la Primera Nacional, y con el arrastre de diez fechas sin triunfos.
Termina este tramo del campeonato con 15 puntos en 15 partidos, apenas cinco unidades por sobre el colista Nueva Chicago, con un cotejo menos.
Sin línea de juego, con tres entrenadores en un puñado de fechas y con sólo Pablo Vegetti emergiendo de la frustración de una campaña que aspiraba a pelear la punta, y hoy lo situa en la indeseada lucha por la permanencia.
Así finalizó el 2019, con la carga de haber perdido la categoría después de ocho años, y la falta de reacción para ilusionar con un rápido retorno al círculo máximo. Asi de desalentador.
Tres refuerzos, seguramente un zaguero, un volante y otro delantero. Una condición física más apropiada y la mano de Caruso Lombardi, que debería empezar a notarse. Todo lo que necesita Belgrano para repuntar en el 2020, después de un año en el que todo le salió mal.