Un mujer mayor, junto a su hija y a otra mujer allegada a ellas, fueron denunciadas por un hombre de haber profanado una tumba del cementerio de Oliva.
Quien formuló la presentación ante la Departamental Río Segundo es el yerno de la primera de las mujeres, y pareja de la segunda.
El hombre dijo que los restos mortuorios robados del cementerio de Oliva fueron llevados por las mujeres a su propio hogar, para luego trasladarlos por su cuenta al cementerio de Oncativo.
Todo este tráfico de restos mortuorios motivó la participación de la Policía de Córdoba, que inició actuaciones en un domicilio y en el segundo de los cementerios.
Según la denuncia, la profanación de la tumba de Oliva habría ocurrido unos tres meses atrás, estimativamente en mayo.
El caso fue puesto en conocimiento de la fiscalía de turno, desde se dispuso una consigna policial en el lugar y se convocó a personal de antropología forense.
Finalmente, se comprobó lo que había denunciado el hombre en virtud del hallazgo de los restos óseos y se procedió a su levantamiento en el cementerio de Oncativo.
Posteriormente, en virtud de estas actuaciones, se allanó una vivienda situada en calle San Luis de esa ciudad por orden del Juzgado de Control, Niñez, Juventud, Penal Juvenil y Faltas.
En esta vivienda la Policía procedió al secuestro de un teléfono celular marca LG de color negro y un teléfono celular marca Samsung de color negro.
