Para que tu boca luzca de manera saludable es necesario llevar adelante una muy buena higiene bucal. Los dientes sanos no sólo dan un buen aspecto y hacen sentir bien, sino que además, permiten hablar y comer apropiadamente. Un correcto cepillado, uso de hilo dental y enjuagues son las tres aristas que conforman la base de una correcta higiene. Pero además, el cuidado del cepillo es imprescindible para lograr un buen resultado final. Sunstar GUM Americas brinda una serie de consejos que pueden ayudarte a determinar cuándo tenés que cambiar el tuyo.
Cambiar el cepillo cada tres meses
La vida útil de un cepillo de dientes es de tres meses, por lo que se recomienda cambiarlo cuando este período de tiempo se cumpla o antes en caso que las cerdas se abran. Una forma efectiva de acordarse, es hacerlo al comienzo de cada estación del año. Según un estudio realizado por la consultora Nielsen, solamente el 43,4% de los argentinos cambian el cepillo de dientes cada tres o cuatro meses.
Cambiar el cepillo post enfermedad
Muchas enfermedades se transmiten a través de fluidos corporales. Es necesario aislar el cepillo de dientes de la persona enferma, dado que puede funcionar como el vehículo de bacterias hacia los cepillos del resto de la familia, más aún si se guarda en un mismo recipiente. Además, es recomendable cambiarlo al curarse para evitar que cualquier bacteria presente en las cerdas provoque la enfermedad nuevamente y cause una recaída.
Limpiarlo después de cada uso
Al terminar con el cepillado, es muy importante eliminar los restos de alimentos, pasta dental o bacterias que quedan en él. Debe lavarse con abundante cantidad de agua hasta que desaparezcan. Luego, colocarlo en posición vertical y dejar que se seque al aire.
Guardarlo correctamente
Es habitual colocar los cepillos de todos los miembros de la familia en un mismo vaso. Esto no tiene porqué causar problemas, siempre y cuando los cepillos estén lo suficientemente separados para que no se transfieran bacterias entre ellos. Es muy importante evitar guardar muchos cepillos en un solo vaso. Al guardarlos en un vaso, se debe tener cuidado de hacerlo de manera tal que el cabezal quede por fuera sin tocar el fondo, dado que allí suele acumularse moho.
No compartir el cepillo
En la boca es posible encontrar grandes cantidades de bacterias, como por ejemplo las causantes de las caries o enfermedades periodontales (enfermedades de las encías). No es recomendable compartir el cepillo con otra persona porque podrían contagiarse enfermedades.
Traslado correcto
Al transportar un cepillo de dientes es necesario llevarlo en un estuche que cubra el cepillo completo o por lo menos las cerdas con un capuchón. El estuche debe estar limpio y seco. No se debe guardar el cepillo suelto con otros productos.