La Defensoría del Pueblo de Córdoba llevó a cabo un relevamiento para tratar de visibilizar la "localización del acoso callejero" a las mujeres en Córdoba, una problemática que tiene cada vez más vigencia y discusión en la sociedad.
Durante 2019, el Instituto de Género y Promoción de la Igualdad del Defensor del Pueblo realizó una investigación que permitió recoger las percepciones de las mujeres sobre ciertas zonas del área céntrica de la ciudad de Córdoba en relación a las posibilidades de vivir acoso callejero.
La metodología articuló una técnica cuantitativa, como la encuesta semiestructurada a más de 500 mujeres, y una cualitativa, a través de la realización de un taller de mapeo participativo sobre acoso callejero.
Los lugares. De acuerdo con el mapa elaborado por ese organismo las zonas de la plaza San Martín y peatonales, Ciudad Universitaria, Terminal de Ómnibus y Parque Sarmiento se ubican entre las primeras cuatro mencionadas, por las mujeres, como sectores más propensos para vivir situaciones de acoso.
Los otros lugares señalados fueron: la parte céntrica de La Cañada (incluye plaza de la Intendencia y Paseo Sobremonte), la zona de bares de barrio Nueva Córdoba y Paseo del Buen Pastor, el sector de bares de barrio Güemes y la intersección de importantes avenidas del centro a la altura de la plaza Agustín Tosco.
Las mujeres mencionan que los factores que podrían favorecer situaciones de acoso callejero en el área céntrica de la ciudad son: circulación de gente, tránsito de autos, estado de la infraestructura y los servicios, actividad de la zona, características naturales del sector y momento de la jornada (día o noche).
La noche representa el momento de mayor posibilidad de vivir acoso en todas las zonas mencionadas.
Los tipos. Los "acosos" predominantes en todas las zonas refieren, principalmente, al verbal (comentarios sexuales sobre el cuerpo), luego al físico (manoseos, tocamientos) y al no verbal (miradas intimidantes y gestos obscenos).
No obstante, las mujeres sitúan específicamente en Ciudad Universitaria, Parque Sarmiento y Terminal de Ómnibus prácticas de acoso más extremas como son el exhibicionismo y la persecución.
Es preciso aclarar que estas últimas suceden en menor medida que las anteriormente mencionadas pero estrictamente asociadas a estos lugares.
Según los datos, los motivos por los cuales las mujeres circulan por estos sectores refieren principalmente a trabajo y estudio.
"Esto tiene que llamar a la reflexión: el acoso callejero no tiene que ver con el motivo o la manera de circular de las mujeres por la calle, tiene que ver con desconocerlas como sujetos de derechos", concluye el Defensor del Pueblo, Mario Decara.
Las estrategias de las mujeres. En este contexto, las mujeres trazan distintas estrategias para recorrer la ciudad, cambiando algunos hábitos cotidianos para evitar experiencias de acoso callejero.
Siete de cada diez optan por caminar acompañada, seis de cada diez cambian sus recorridos habituales, cuatro de cada diez modifican los horarios en que circulan por la calle, cuatro de cada diez mujeres dejan de realizar alguna actividad que le gustaba mucho por miedo o inseguridad y dos de cada diez alteran su forma de vestir.
La violencia que viven las mujeres en el espacio público, durante varias generaciones, fue invisibilizada y naturalizada tras las ideas de broma, piropo o molestia trivial, cuando en realidad configura toda una afectación a su dignidad, integridad, intimidad y se vuelve una limitación a la libre circulación y movilidad en la ciudad.
"Los cordobeses debemos poner fin a esta situación", concluye Mario Decara, defensor del Pueblo.