Para nuestros fieles amigos el tiempo corre más rápido que para nosotros.
Hay quienes hacen una equivalencia de un año perruno por siete años humanos pero no es nada preciso y depende mucho del tamaño, la calidad de vida, la alimentación.
Por lo general sabemos que luego del año de vida son adultos y se consideran de la tercera edad luego de los 7 u 8 años.
Considerándose longevos con más rapidez los de raza más grande.
Por lo que es necesario tener especiales cuidados con ellos entre otras cosas, en las articulaciones, huesos, corazón, riñones, etc.
Al igual que las personas comienzan mostrar signos de envejecimiento.
En ellos se ve, principalmente, en la coloración de la piel, se forman nódulos o verrugas, las uñas se ponen frágiles, artrosis, perdida dentaria como menor metabolismo y poca actividad con mayor sueño.
Donde más se nota, en términos generales, es en sus sentidos sobre todo en sus ojos (lo más común es la catarata senil) y pierden nitidez de formas, el ultimo que pierden es el olfato, la audición la pierden primero de los sonidos graves.
Que nuestras mascotas envejezcan es inevitable y cuidarlos es una responsabilidad que asumimos desde que llegan a formar parte de nuestra vida.
Desafortunadamente la realidad nos muestra muchos perros en situación de abandono cuando se ponen viejos, que son tirados o ya no son tan atractivos como un cachorro y demandan atenciones.
Así también si han llegado a la edad adulta y más en la ancianidad, estando en la calle pocas veces tienen la oportunidad de conseguir una familia y tener una primera o segunda oportunidad para un nuevo hogar.
Los perros adultos, sobretodo los gerontes, son los que menos chances tienen y los que menos mira la gente a la hora de adoptar.
Muchas personas no los adoptan ya que tienen el miedo de encariñarse y que no vaya a vivir mucho tiempo o el mito de que es difícil criar o acostumbrar a un perro ya viejo a costumbres hogareñas.
Lo cual no es así, por lo general no requieren mucho entrenamiento y es más fácil que se acople a la vida familiar y sea más que agradecido.
No hay que quitarles la oportunidad de amor y dignidad de vida.
Si tenemos un perro que está llegando a la vejez, además de las consultas veterinarias para controles y que deben ser regulares, hay cuestiones que no debemos dejar de tener en cuenta para que enfrente sus años dorados con más tranquilidad, y mejorar sus últimos años, una de ellas es la esterilización o castración para prevenir tumores, otra es la buena alimentación para evitar problemas hepáticos y renales.
La vejez no es una enfermedad, sino un periodo de la vida en donde necesitan como todos cuidados especiales y sobre todo cariño y amor por lo cual no hay que pensar en la eutanasia como solución, sino darle a nuestros abuelos caninos la prevención para que sea lo más llevable posible y sin sufrimiento.
En esta oportunidad te presentamos a Argos, macho mediano de 10 a 12 años aproximadamente, lo encontramos enfermo y abandonado, y aparentemente tuvo vida familiar y fue abandonado al ponerse enfermo y viejo.
Hoy le prometimos una segunda oportunidad, vos que pensas? No merece una familia?
Para conocerlo a él u a otros en su situación te invitamos a conocer en nuestro Facebook el álbum de adopciones como así también a las Campañas de Adopción todos los sábados a partir de 16, en el Parque de las Naciones.