Recuperaron el histórico reloj y el campanario de la Catedral de Concordia

Gracias al compromiso de un grupo de fieles y colaboradores, dos símbolos emblemáticos de la Catedral de Concordia volvieron a funcionar: el campanario y el histórico reloj, cuya existencia se remonta —según estimaciones— a fines del siglo XIX.

Recuperaron el histórico reloj y el campanario de la Catedral de Concordia
Reactivaron el reloj de la Catedral de Concordia.

La puesta en marcha de estos elementos patrimoniales fue posible por la iniciativa del actual párroco, José Luis Bogado, y el trabajo conjunto de colaboradores que se propusieron recuperar estos íconos del templo y de la ciudad.

Poner en valor rincones olvidados

Guillermo Latrilla, uno de los colaboradores, explicó a Diario Río Uruguay que “esto surgió por impulso del padre José Luis, quien asumió recientemente en el marco de los cambios en la Diócesis. Su impronta es llegar a todos los rincones del templo, incluso aquellos que durante mucho tiempo permanecieron inaccesibles o descuidados”.

En ese sentido, contó que “comenzamos por el campanario y luego llegamos hasta el reloj, lugares que no son fáciles de alcanzar, pero que forman parte del corazón histórico de la Catedral”.

Un reloj mecánico y centenario

Latrilla detalló que el reloj “es completamente mecánico, no tiene nada eléctrico. Funciona con un péndulo principal y tres pesas que hacen girar el mecanismo. Tiene engranajes de bronce y una precisión admirable, como un verdadero trabajo suizo”.

Agregó que “Alejandro Larraz venía realizando tareas de mantenimiento, pero en realidad el reloj no estaba roto, simplemente requería que se le diera cuerda una vez por semana. Era cuestión de reactivarlo”.

El desafío, señaló, es el acceso: “Primero hay que subir a la torre donde está el campanario, y desde allí atravesar un pasaje elevado —por detrás de la imagen de la Virgen— que conecta con la torre del reloj. Es una altura considerable y no es un recorrido sencillo”.

Una joya del patrimonio local

Finalmente, Latrilla destacó el valor cultural de esta recuperación: “Este año se cumplen 100 años de las campanas, y el reloj es incluso anterior. En una fotografía de la primera construcción de la Catedral, de 1889, ya se ve el reloj instalado, aunque no sabemos si se trata exactamente del mismo mecanismo”.

“Esto no es solo parte del templo, sino del patrimonio de toda Concordia. El reloj volvió a marcar las horas y a hacer sonar sus campanadas. Más allá de las creencias religiosas, es un símbolo del acervo histórico y cultural de nuestra ciudad”, concluyó.