El Centro de Aplicaciones Bionucleares (CABIN) es una de las instituciones sobresalientes de Comodoro Rivadavia y de mayor complejidad de la Patagonia en el tratamiento contra el cáncer. Desde el año pasado encaró, a través de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y del INVAP la construcción de la ampliación de sus instalaciones.
Para ello se llamó a licitación pública nacional, recayendo la obra en manos de una empresa local, pero sobre fines del año pasado la situación comenzó a ser complicada por la falta de pago de dicha empresa hacia proveedores y empleados, a pesar de que si recibía los pagos de los organismos nacionales.
El doctor Jorge Brugna, director médico del CABIN señaló que "el concurso lo gana la empresa Sofra que es de Comodoro Rivadavia, y a poco de comenzar empieza a tener problemas, deja de pagar a proveedores y trabajadores".
Lla obra venía a un ritmo acorde a lo planificado hasta noviembre- diciembre del año pasado “ahí empezó a demorarse. Lamento mucho que los obreros estén sufriendo esta situación pero nosotros no le pagamos a ellos, es la empresa”.
Y afirmó que hace un mes se negocia para que esta empresa desista de la obra y la entregue a la empresa que salió segunda en la licitación "la obra tiene avance del 30 % en la parte gruesa y la fecha de entrega estaba prevista entre marzo y junio del 2019. Hoy está momentáneamente detenida", puntualizó.