Las dos mujeres habían sido testigos de la defensa en un juicio realizado el año pasado, pero sus declaraciones -realizadas bajo juramento de decir verdad-, fueron falsas. La Fiscalía inició una investigación, la que concluyó con un juicio abreviado y una suspensión de juicio a prueba respectivamente.
Una de las imputadas, Sara Soledad Andrada, ya había obtenido a una suspensión de juicio a prueba en un proceso anterior. Por ese motivo, pese a lo bajo de la pena en expectativa, no pudo acceder a una solución alternativa del conflicto y decidió afrontar su responsabilidad en un juicio abreviado. Se le impuso la pena mínima de un mes de prisión en suspenso más la inhabilitación absoluta por 60 días, prevista en el art. 19 del CP. La pena de inhabilitación, entre otras consecuencias implica la privación del ejercicio del derecho a votar.
La coimputada accedió a una suspensión de juicio a prueba por un año. En ese plazo deberá cumplir treinta horas de trabajo voluntario no remunerado en el Hogar de Ancianos de Esquel. Además realizará una donación de mil pesos a la misma institución.
El hecho ocurrió el 8 de agosto del 2018, donde ambas imputadas asistieron en calidad de testigo en un juicio oral y público en el que fueron juzgados Diego Marcelo Urrutia y Roy Osvaldo Sides. La mentira se motivó en favorecer la situación procesal de los imputados de acuerdo a la teoría del caso planteada por la defensa, ejercida en aquel juicio por el defensor particular Horacio Hernández.