La denuncia pública de Thelma Fardín a Juan Darthés, caló hondo en la sociedad y muchas mujeres salieron a contar sus historias. En Catamarca, se produjo una particular, ya que Ingrid Figueroa Cruz denunció al cura Moises Pachado por abuso, cuando ella tenía 9 años.
En su perfil de Facebook, contó la terrible historia. "Un domingo después de misa él me pide que me quede a ayudarle a acomodar todo en la sacristía. Acepto y en eso viene por detrás y me besa, después me lleva a su dormitorio, me obliga a que le practique sexo oral, me baja el pantalón y toca mis partes íntimas. Yo le pedía que no lo haga mientras lloraba".
“Yo no conocía demasiado de mi anatomía o de mi cuerpo en ese momento. Me dijo que no dijera nada, que era un secreto, y que, lo mismo, nadie me iba a creer. Que era muy querido en Hualfín y en aquella zona”, añadió.
Figueroa Cruz contó que le contó a su madre y que ella después nunca se había animado a denunciar. "Como pude, me subí el pantalón y salí corriendo para mi casa. Le dije a mi mamá, pero como no hubo penetración, por supuesto no había semen ni nada. Mi mamá me bajó el pantalón al no ver nada, creyó que era una mentira. Le tenían extrema confianza. Mi mamá en ese momento, me dijo que si era verdad, vayamos a la policía y yo me asusté y le dije que no. Tuve pánico", expresó.
"La gente lo quería y lo veneraba. Era ponerme sola contra el mundo, y de una fuerza que yo no iba a poder aguantar, así que lo silencié. Sufrí mucho durante los tres años que estuve en Catamarca", finalizó, según lo reflejado por El Esquiú.