El Valle de Punilla se prepara para recibir a miles de turistas este fin de semana largo. Con sus paisajes serranos, su aire puro y una amplia oferta de actividades, es el destino ideal para desconectar de la rutina y disfrutar de la naturaleza. Si estás buscando planes originales y llenos de aventura, te proponemos tres opciones imperdibles:
Ascenso al Cerro Uritorco: una experiencia mística
Para los amantes del trekking y las energías ancestrales, el Cerro Uritorco es una cita obligada. Este emblemático pico, rodeado de leyendas y misticismo, ofrece una vista panorámica única del valle. Se recomienda iniciar la caminata temprano por la mañana y llevar abundante agua, alimentos y ropa cómoda.
- Clima: El clima en la zona del Uritorco es variable, con temperaturas que pueden descender considerablemente por la noche, incluso en verano.
- Plus. Además del ascenso al pico, se pueden visitar las ruinas de un antiguo asentamiento indígena, conocer más acerca de las teorías alieníginas que envuelven a Capilla del Monte, Talleres de meditación, astrología y conexión con la naturaleza.
Los Terrones: un paisaje lunar en Córdoba
Si buscas un paisaje único y surrealista, Los Terrones te sorprenderán. Estas extrañas formaciones rocosas, producto de la erosión, te transportarán a otro planeta. Es ideal para realizar caminatas cortas y tomar fotografías increíbles.
- Clima: Similar al del Cerro Uritorco, con temperaturas frescas y vientos.
- Plus: Se pueden realizar circuitos de trekking de diferentes niveles de dificultad y visitar el Mirador de Los Terrones para obtener una vista panorámica. Picnic en medio de las formaciones rocosas, observación de aves y fotografía.
Cerro de la Cruz: aventura y vistas panorámicas
Para los más aventureros, el Cerro de la Cruz es un desafío que vale la pena superar. La subida es exigente, pero las vistas desde la cima recompensan todo esfuerzo. Además, podrás visitar la cruz ubicada en la cima y disfrutar de un momento de reflexión.
Además del ascenso al cerro, se puede disfrutar de la Aerosilla, que se encuentra “pegada” al cerro y que te lleva a la cima, ofreciendo una vista panorámica sin esfuerzo. Villa Carlos Paz ofrece una variada oferta gastrónomica. Tomar mates y mirar el atardecer en la Costanera es un clásico.