Un efectivo perteneciente a la Policía de la Provincia de Córdoba, quedó detenido e imputado en las últimas horas señalado como uno de los presuntos autores de un asalto perpetrado a comienzos de este mes en una estación de servicio YPF ubicada en la localidad serrana de Bialet Massé, a unos 18 kilómetros de Villa Carlos Paz camino a la ciudad de Cosquín.
El robo ocurrió en la tranquila tarde del 4 de diciembre, iniciando el último fin de semana extra largo del 2020, y contó con una particular característica, es que fue perpetrado por sujetos que aparentaron ser policías, uno de ellos vistiendo el uniforme oficial y el otro portando un chaleco antibalas, quienes se llevaron una importante suma de dinero -la cual habría sido estimada en medio millón de pesos- tras reducir a los empleados utilizando un arma de fuego. Sin embargo, el hecho quedó registrado por las cámaras de seguridad del lugar, material que sirvió para el inicio de una inmediata investigación.
Fue entonces que con las imágenes en mano, desde la Fiscalía de la ciudad de Cosquín se solicitó una serie de allanamientos, llevados a cabo por efectivos y personal del grupo Eter en Bialet Massé y en las localidades de Santa María de Punilla, Villa Caeiro, y en barrio General Bustos de Córdoba capital.
Según destacó La Voz, la Policía indicó que “fueron detenidos el sargento Víctor Hugo Sánchez y un hombre identificado como Sergio Sebastián Herrera”, precisó el medio cordobés.
Por otra parte, señaló que en uno de los domicilios allanados en las últimas horas, se secuestraron varios elementos que podrían estar relacionados con la causa, entre otros, una importante suma de dinero en efectivo; borcegos negros; chalecos antibalas; barbijos policiales, una pistola, y hasta insignias policiales.
Cabe recordar que como resultado del robo perpetrado a plena luz del día, y según las primeras informaciones, los delincuentes se habrían llevado un total de 500.000 mil pesos en efectivo, una importante cifra ubicada en el interior de una caja fuerte. Y que ya con el dinero en bolsos, los maleantes no sólo hicieron vivir un momento de suma tensión a los trabajadores, sino que también se tomaron el tiempo de hidratarse con un jugo que estaba en el escritorio y apoderarse del celular de uno de los empleados para luego emprender la huida.
Fuente: La Voz.