La causa Romo por estos días se presenta como un silencio latente en los medios. La semana pasada el fiscal Ramírez tomó declaración a los policías imputados por la muerte de Jonathan, ocurrida del 10 de julio en la comisaria de La Falda, y los efectivos, ahora apartados y detenidos, negaron que se trate de violencia policial.
Lo cierto, es el abogado Luis Galli, confirmó a Vía Carlos Paz que están trabajando para demostrar que hubo más policías implicados. “Presentamos la prueba para demostrar que en vez de dos patrulleros hubo 4 y ya se realizó el pedido de todos los GPS policiales”, explicó el abogado.
En tanto, se conoció que habría videos sobre esos GPS que confirman el hecho de la participación de otras unidades móviles, además de las declaradas.
Caso Romo ¿Qué se sabe hasta el momento?
Los hechos. Jonatan Romo murió en la dependencia policial de La Falda la noche del domingo 10 julio. Horas antes había sido detenido en la vía pública “por generar disturbios”. Sobre su muerte la polícia informó que el joven “había sufrido una descompensación” que lo llevo al trágico desenlace.
Lo cierto, es que con el correr de las horas la muerte se volvió por demás dudosa. Apareció un vídeo en el que se puede ver parte del procedimiento de detención, y da cuenta de que hubo golpes y violencia, aunque la víctima en ningún momento opuso resistencia.
Los policías implicados. Posteriormente, los 6 efectivos de esa comisaría fueron desvinculados, y más tarde imputados por homicidio. El jefe de la Departamental Punilla Norte, Diego Bracamonte, pasó a retiro y desvincularon a dos altos jefes del departamento de formación y ética policial.
Los Fiscales. Por otro lado, la controvertida fiscal de esa jurisprudencia, Paula Kelm, comenzó sus vacaciones al día siguiente de la muerte de Romo, aunque ese domingo estuvo presente en la unidad policial. Se conoció que el joven había estado, a fines del año pasado, internado a causa de una golpiza policial, y se acusa a la fiscal por no dar curso a la denuncia que se realizó en ese momento.
Quedó a cargo el fiscal Ramírez, quien ordenó la detención de los policías imputados y posteriormente les tomó declaración. Los policías negaron que se trate de un homicidio basado en la violencia policial.