Si de anécdotas y recuerdos de acontecimientos históricos se trata, el querido carlospacense Eldor Bertorello resulta ser esa persona ideal, un erudito en la materia a quien acudir para revivir esos recuerdos que atesora con orgullo.
En la página de Facebook que Eldor administra, “Encuentros con la Villa de Don Carlos Nicandro”, este lunes publicó una llamativa imagen donde se puede ver a un gigante árbol navideño en plena sierras carlospacenses, inaugurado un 21 de diciembre pero del año 1990.
Según destacó, se trató de “una iniciativa privada de Edgard Antonio Biasizzo y periódico Bamba”, cuenta Bertorello. Describiéndola como “una maravilla lumínica” que se levantó desde la base del cerro hasta la cumbre de la conocida y tan concurrida Aerosilla, la que a la vez, hacía de la estrella navideña en la cúspide de tan imponente estructura.
“La idea genial fue de Biasizzo, lo charló con Nicolier que era el gerente de la Aerosilla, le gustó la idea y lo armaron. Ahí hubo mucha gente trabajando, que colaboraron. En la base del cerro había actuaciones de orquesta, de números folklóricos, coros, todas las noches había algo distinto al pie del cerro”, nos cuenta el gran Eldor Bertorello en diálogo con VíaCarlosPaz.
En cuanto a la imagen, Eldor no recuerda quién fue la persona que se la facilitó -en una época donde las cámaras digitales era tecnología para pocos- pero forma parte del archivo de “Encuentros con la Villa de Don Carlos Nicandro”, un grupo conformado por muchísimas personas que comparten su admiración y profundo afecto por esta villa serrana.
A modo de otros detalles que aportan a una gran iniciativa que formó parte de nuestra villa hace exactamente treinta años, Bertorello agrega: “Creo que estaba el ingeniero Félix Acosta, fue uno de los que trabajó mucho en el tema y estuvo activamente en el diseño y en el trabajo, con un tal Torres y Blangino”, rememora este querido carlospacense, precursor de grupos en redes sociales que promueven la historia y cultura de esta hermosa ciudad.
De acuerdo a los datos recabados, la iniciativa duró sólo dos años dejando entre los lugareños y visitantes, esa sensación de querer verla y disfrutarla por muchos años más. “Una genialidad única en el mundo que no supimos aprovechar”, resaltó y finalizó Eldor Bertorello en su reciente publicación en Facebook.
