Nació y vive en la ciudad de Cosquín, se trata de una mujer que en el transcurso de los últimos meses, ha sido víctima de dos robos consecutivos que la dejaron hasta con la mandíbula fracturada y el rostro desfigurado, con el único propósito de apoderarse de sus pertenencias y de su dinero.
Durante la madrugada del último sábado, llegó a su casa ubicada en el barrio Alto Mieres, con la ingrata sorpresa de encontrarse con un hombre en el patio de su casa llevándose parte de lo que se había robado.
"Hace tres meses me asaltaron, me golpearon, me quebraron la mandíbula en una entradera en mi casa alrededor de las 4:00 de la madrugada. Me estaban esperando, se hartaron de golpearme y me robaron toda la recaudación", cuenta en diálogo con VíaCarlosPaz esta vecina angustiada por la situación que tanto ella como su hija adolescente, tienen que vivir.
Esta vecina coscoína, quien por temor prefiere no difundir su identidad, considera que los malvivientes han estudiado sus movimientos, hecho que la mantiene preocupada porque no sólo le robaron una importante suma de dinero hace tres meses, sino que también, este último sábado le entraron a su casa y se la desvalijaron mientras ella y su hija, trabajaban.
"Me llevaron dos garrafas llenas, dos TV Smart, una máquina de cortar césped, una netbook, una licuadora, y ropa. La verdad que estoy destrozada, ya conocen mis movimientos y no son los mismos, son otros", asegura.
En cuanto al accionar policial, nos comenta: "En las dos oportunidades la Policía no hizo nada. El sábado tardaron una hora y media en venir a mi casa, y eso que les dije que el tipo aún estaba en el patio. ¿Qué ocurrió? Sólo me tomaron los datos como para cumplir", sentenció la damnificada de dos asaltos consecutivos y en su propio domicilio.
Cumple largas jornadas laborales, vive junto a su hija adolescente, y hoy, tienen miedo de vivir en la ciudad que las vio nacer.
"Nunca vi a Cosquín tan inseguro. No es la Policía ni la seguridad de antes, y la verdad que estamos a merced de los malos mientras que los que trabajamos a diario, perdemos", enfatiza visiblemente conmovida y asustada la mujer.
Hoy, a seis días del último robo, y luego de haber realizado la denuncia correspondiente, esta vecina coscoína aún no tiene novedades, sintiéndose cada vez más, a la deriva y en manos de delincuentes oportunos.