Con un tiempo de vuelo máximo de 45 minutos, ya hay modelos que pueden alcanzar una cobertura de un solo vuelo de 160 ha a 122 m, lo que ofrece una solución ideal para empresas de topografía más pequeñas y proveedores de servicios de drones basados en proyectos que buscan para actualizar sus capacidades de mapeo y al mismo tiempo cumplir con las expectativas presupuestarias.
Los operadores de una amplia gama de verticales, incluida la construcción, la planificación urbana y la gestión del suelo, también pueden beneficiarse de las capacidades de imágenes RGB de la carga útil fija de la cámara que lleva incluida, al tiempo que logran una mayor eficiencia y precisión absoluta de hasta 2,5 cm gracias al tiempo real disponible de la función cinemática (RTK) que tiene el equipo sin puntos de control desde el suelo.
Este tipo de equipos tienen la opción de relevar grandes extensiones de campo con pocas horas de navegación que luego vertida hacia los softs de interpretación permite armar el mapeo de la parcela calibrando la información recolectada hacia los destinos más diversos.
Normalmente estos drones son de ala fija por lo cual es menos probable que ocurra la pérdida de cobertura de datos al usar este tipo de equipos. A diferencia de los rotores múltiples, las alas fijas tienen la ventaja única de cubrir más área de la necesaria debido a la ruta de vuelo, lo que le permite capturar más datos y, al mismo tiempo, garantizar que no se pierda nada. En resumen, no es necesario volver al campo para obtener datos adicionales.