La medida forma parte de un paquete diseñado por la administración de Vladimir Putin para estabilizar los precios de los alimentos y se concretaría de manera efectiva entre el 15 de febrero y el 30 de junio, con un valor fijo de 25 euros por cada tonelada exportada.
Y además, podría tener un impacto en el mercado mundial: la primera reacción que tuvieron los precios en Estados Unidos fue una caída del 2,9 por ciento, la mayor baja diaria en dos semanas. Rusia es el principal exportador mundial de este cereal.
El viernes pasado, la posición marzo 2021 en Chicago había alcanzado casi 226 dólares por tonelada. Así fue como también este lunes pasado bajó a 220 dólares, mientras que este martes y miércoles se recuperó hasta 221,8 dólares. Es bueno remarcar que el precio está muy por encima de los 210 dólares a los que cayó el 8 de diciembre pasado, aunque muy en línea con el promedio de noviembre.
Se puede interpretan lo contrario viendo que ante el rumor que Rusia podría aplicar esta imposición, en la semana pasada el trigo subió 15 dólares en apenas cinco días.
Muchos operadores analizaron que, al encarecerse el trigo ruso, podría aumentar la demanda desde otros orígenes, como Estados Unidos y otros países.
Muchas veces el mercado reacciona con un formato de comprar un rumor y así vender con la noticia, generando una toma de ganancias después que el trigo alcanzó el máximo dentro de las tres semanas siguientes, igualmente la medida no deja de marcar un hito en la comercialización del trigo del principal exportador, que en caso de llevarse adelante seguramente el mercado tiende a dar respuestas a las interpretaciones que pudieran darse con alzas o bajas según la tendencia de las percepciones de los operadores.
Veinticinco euros (algo menos de 30 us/tn) por tonelada exportada es una retención de más del 15% sobre el precio a lograr en el mercado y le representan al estado ruso algo más de 1000 millones de dólares según el volumen que terminen exportando.
Entiéndase que se juega con precios de un mercado libre, en un lugar en que los negocios no están tan liberados.
