El pasado 5 de septiembre personal de la División TOE de la ciudad santafesina de Santo Tomé detuvo a las siete de la mañana a JCS de 38 años de edad, quien poseía un pedido de captura del Juzgado de Instrucción local, sospechado de participar en el homicidio de Juan Carlos Castro.
Según se informó a Diario Más Prensa, luego del asesinato JCS viajó a Santo Tomé, donde es oriundo y en esa ciudad fue detenido por investigadores a cargo del subomisario Mariano González, de la División TOE, en un trabajo en forma conjunta realizado con la DDI de la zona norte de Santa Cruz.
De las tareas ordenadas por el doctor Gabriel Contreras a cargo del Juzgado de Instrucción 2 de Caleta Olivia, una de ellas fue la orden para que una comisión policial viaje a esa provincia y traslade al delincuente a ésta ciudad.
Fuentes cercanas a la investigación detallaron que tras el crimen, JCS viajó a varias localidades del sur de Santa Cruz, y días más tarde abordó un transporte de larga distancia hasta Santo Tomé. Asimismo quedó establecido que JCS vivió un par de años en Perito Moreno.
Esta semana, viajó la comisión policial a la ciudad de Santo Tomé, a los fines de trasladar al detenido hasta esta ciudad, donde será indagado en la causa del homicidio de Castro. Los efectivos de la DDI partieron este jueves con el detenido, desde Santa Fe y esperan arribar a Caleta Olivia en la jornada del viernes.
Asesinato
Castro, un trabajador de una empresa de vigilancia había desaparecido en la madrugada del jueves 25 de julio, luego de retirarse de un club nocturno y su cuerpo fue hallado cuatro días después enterrado en un descampado cercano a la costa atlántica, inmediatamente al sur del puerto Caleta Paula.
A su auto lo encontraron abandonado el sábado 27 en la zona de chacras con indicios de un intento de quema y las investigaciones apuntaron inicialmente a una mujer con la que se había retirado del local “Mi China”, la cual resultó ser Mora Haro, una empleada municipal de la Supervisión de Tránsito.
La policía comprobó que, por registros de varias cámaras de video públicas y privadas, ella había estado conduciendo el auto de Castro, un Renault Clío, incluso hasta el día siguiente de la desaparición de la víctima. Ya había sido identificada por familiares de Castro que también lo acompañaron cuando se fue del local hasta que los dejó en su domicilio para luego continuar viaje con ella.
Inicialmente Haro dijo a las autoridades policiales que Castro la dejó en su casa y no supo nada más de él, por lo cual todo se circunscribía a un caso de desaparición de personas.
Pero cuando ya entraba la noche del lunes 29 de agosto, los rastrillajes permitieron detectar un montículo de tierra removida en un descampado cercano a la costa atlántica y al día siguiente se constató que allí habían enterrado a Castro. La autopsia determinó que había sido estrangulado y que además presentaba fractura de cráneo y varias puñaladas en la espalda.
Casi de manera simultánea se supo de los registros de video y el Juez ordenó la detención de la mujer y de un hombre de apellido Arismendi.
Por la declaración de este último se estableció que él no tuvo una participación en el hecho y recuperó la libertad, pero habría aportado datos que permitieron identificar a otro hombre que resultaría ser el que asesinó a Castro con la ayuda de Moira Haro, tratándose de Héctor Cortés, quien fue inmediatamente detenido.