Para los porteños esta no será una elección como cualquier otra. El 13 de agosto, cuando se realicen las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), la escenografía del cuarto oscuro será diferente. El Gobierno porteño decidió que las elecciones sean “concurrentes”, es decir, que se vote el mismo día a las autoridades nacionales y a las locales, pero con distinto sistema electoral.
A nivel nacional se utiliza la ya conocida boleta partidaria, una papeleta por cada agrupación política dividida por categorías con los nombres de todos los candidatos. Para los cargos locales (jefe de gobierno, legisladores y comuneros), se utilizará la Boleta Única Electrónica (BUE), un sistema que la Ciudad estrenó en los comicios de 2015, cuando las elecciones fueron desdobladas de las nacionales.
Lo novedoso de estos comicios da lugar a dudas, inquietudes y consultas. A continuación, algunas preguntas y respuestas sobre cómo será el voto con la BUE.
¿Qué es la Boleta Única Electrónica y qué pasa con los troqueles?
Es un sistema en el que se vota a través de una máquina pero en el que el voto queda registrado en un papel. El votante acude a un centro de votación y recibe una boleta en blanco con 2 troqueles de parte del presidente de mesa. El presidente se queda con un primer troquel, que sirve para identificar a esa boleta en particular, y el elector se lleva la boleta con el otro. El elector debe introducir la boleta dentro de una máquina y elegir sus preferencias en la pantalla táctil. Todo lo seleccionado se imprime sobre el papel que se había introducido.
La máquina le devuelve al elector la boleta, que se dobla antes de entregarla a las autoridades de mesa. El presidente de mesa controla que dicha boleta con troquel coincida con el otro troquel que tenía en su poder y luego se introduce doblada en la urna. A diferencia del sistema tradicional que rige a nivel nacional, la BUE ingresa a la urna sin sobre. Lo importante es que esté doblada.
Según informaron desde el Instituto de Gestión Electoral (IGE) de la Ciudad a Chequeado -medio que, junto con AFP, coordina la alianza Reverso-, los troqueles se utilizan para controlar lo que se conoce como “voto en cadena”: una forma de fraude electoral que permite a una persona direccionar los votos de otras al ingresar las boletas en sobres previamente firmados por las autoridades de mesa, sustraídos sin el conocimiento de estas.
¿Para qué sirve el chip de la boleta?
La selección de candidatos del votante se imprime en la boleta. Pero, además, ésta contiene un chip, en el que también queda registrado el voto. Si el votante quiere volver a controlar su selección de candidatos, debe apoyar la boleta en un lector que tiene la máquina, y lo que está impreso se verá reflejado en la pantalla.
Según informaron a este medio desde el IGE, el chip, una vez grabada la información, “se bloquea permanentemente garantizando la inviolabilidad del voto”.
La segunda función del chip es ayudar a las autoridades de mesa en el recuento de votos. La máquina se puede poner en formato de escrutinio y, al acercar cada boleta al lector, funcionará como una calculadora. Esto, aclaran, es complementario al conteo manual.
¿Habrá otras personas dentro del cuarto oscuro?
Sí. A diferencia de otras elecciones, este domingo las autoridades de mesa estarán dentro del cuarto oscuro y no en los pasillos de las escuelas, como suele ocurrir en otros comicios.
Sin embargo, el voto es secreto. Se trata de una garantía establecida en la Constitución nacional, precisamente en el artículo 37.
Lo que ocurre es que, desde el IGE, informaron a Chequeado que de acuerdo con el Código Electoral porteño la máquina debe estar siendo observada en todo momento por las autoridades de mesa. En este sentido, está previsto que la pantalla de la máquina apunte en sentido contrario al de las autoridades de mesa para garantizar que el voto sea secreto y el elector pueda hacer consultas si así lo necesitara.
Cómo revisar el voto y qué hacer si se comete un error
Una vez que el ciudadano selecciona su voto para las 3 categorías locales (jefe de gobierno, legisladores y comuneros), la pantalla muestra a los candidatos elegidos. Si el votante nota que hay un error, debe pulsar el botón “Reiniciar” y volver a comenzar el proceso. Si considera que el voto es correcto, debe pulsar “Imprimir”.
Mientras la boleta se imprime, la pantalla mostrará nuevamente la selección tal cual como se verá impresa. Al retirar la boleta de la máquina, el votante podrá examinarla para comprobar que su voto es correcto, o bien podrá pasar la boleta (con su chip) por el lector de la máquina, en cuya pantalla se volverá a mostrar lo que el elector seleccionó.
Si el votante se da cuenta que se equivocó, debe acercarse a la autoridad de mesa e informarle del error. El presidente de mesa tiene que romper la boleta ante el elector y entregarle una nueva para volver a iniciar el procedimiento.
¿Qué pasa con los adultos mayores y las personas con discapacidad? ¿Puede haber asistencia?
El Código Electoral porteño contempla lo que se conoce como “voto asistido”, es decir, que un adulto mayor o una persona con discapacidad puede solicitar ayuda para ejercer su derecho a votar, tanto con el sistema BUE como con la boleta partidaria. “Los votantes que lo precisen pueden realizar el proceso electoral con el apoyo de la autoridad de mesa o de una persona de su confianza, que deberá acreditar su identidad ante la autoridad”, explica el IGE en su guía de elecciones.
Además, de acuerdo con la guía del IGE, todos los centros de votación de la Ciudad de Buenos Aires cuentan con un Cuarto Oscuro Accesible (COA), ubicado generalmente cerca de la entrada de la escuela, y que tiene los elementos necesarios para votar con la boleta partidaria y la BUE. Si el votante lo necesita, la autoridad de mesa debe trasladarse al COA con las 2 urnas (la de cargos nacionales y la de cargos locales) para que el ciudadano pueda votar.
Para las personas con discapacidad visual, la máquina cuenta con un sistema que “se ejecuta en forma audible y privada mediante un auricular individual”. La autoridad de mesa debe poner una pieza acrílica sobre la pantalla, que conforma un teclado de tipo telefónico, para que el votante pueda sufragar de manera independiente. El sistema le propondrá las opciones para cada categoría, y requerirá que las confirme presionando la tecla numeral.
A su vez, la boleta electrónica cuenta con una muesca que sirve para que la persona sepa cómo doblarla y proteger el secreto de su voto. El sistema también permite modificar el contraste de la pantalla para personas con baja visión.
¿Qué pasa si se corta la luz en el establecimiento?
Desde el IGE informaron a Chequeado que los dispositivos cuentan con 2 baterías “que garantizan una autonomía mínima de 12 horas de funcionamiento”. Así, en el eventual caso de que se corte la luz, “el acto electoral no va a ser interrumpido porque las máquinas van a seguir funcionando”.
Se trata de un tiempo similar al que el Tribunal Supremo de Brasil informa en el caso de las urnas de voto electrónico que se utilizan en las elecciones de ese país.
Voto en blanco y nulo con la BUE
El sistema electrónico de votación ofrece la posibilidad de votar en blanco. Se puede votar en blanco para una sola categoría (y votar de forma afirmativa para las otras 2), votar en blanco para 2 categorías (y de forma afirmativa para la restante), o votar en blanco para las 3 categorías.
El voto es nulo cuando se altera la Boleta Única Electrónica. Por ejemplo, escribiendo con una lapicera encima de la información impresa, tachando el contenido o rompiendo la boleta.
Esta nota es parte de Reverso, el proyecto periodístico colaborativo coordinado por Chequeado y AFP que une a medios y empresas de tecnología para intensificar la lucha contra la desinformación durante la campaña electoral.
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