Los metrodelegados oficializaron dos nuevos paros de subte para esta semana. El primero fue este lunes de 13 a 14h en la Línea B y el segundo se realiza la tarde de este miércoles 12 de abril frenando las líneas D, E y Premetro.
Los metrodelegados están realizando una apertura de molinetes antes y después de la interrupción del servicio para visibilizar su reclamo con los pasajeros (que pueden pasar gratuitamente) y así demostrar que no quieren afectarlos a ellos.
Desde la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP - Metrodelegados) informaron que el cese total del servicio se realiza a raíz de “la negativa por parte de EMOVA y SBASE a conceder nuestro reclamo de reducción de la jornada laboral a 30 horas semanales para tener dos francos y reducir nuestra exposición al asbesto”.
Claudio Dellecarbonara, secretariado ejecutivo de la AGTSyP, reiteró que los motivos del paro son por cuestiones de salud. “Necesitamos reducir la exposición al asbesto de los trabajadores. Este es un mineral cancerígeno cuya presencia en la red subterránea saló a la luz en el año 2018″.
“Estamos dejando la vida mientras trabajamos. En la linea B y en algunas otras se viaja con asbesto. Esto ya le provocó la muerte a 3 compañeros y hay más de 80 afectados. Los usuarios están expuestos igual que nosotros”, afirmó Dellecarbonara.
“No hay inversión, ni mantenimiento por parte de la empresa que se llena los bolsillos, no paran de recaudar”, explicó y agregó: “La CNRT reconoce que aquí hay asbesto y también riesgo de vida para todos los que estamos expuestos”.
“Hay que proteger la salud de los trabajadores que trabajamos en el subte y los trabajadores que viajan y usan este transporte”, explicó.
Por último, adelantó que las medidas de fuerza continuarán “hasta obtener una respuesta satisfactoria a nuestros reclamos”.
QUÉ ES EL ASBESTO Y POR QUÉ ESTÁ EN EL SUBTE
El amianto o asbesto, un elemento invisible e inoloro hallado en los coches CAF 5000 que el Gobierno porteño compró a España para la línea B del subte, es un peligro imperceptible y su fabricación y uso fue prohibido por el Ministerio de Salud nacional en 2003 debido a que cuando sus fibras se esparcen en el aire provoca enfermedades fatales, entre ellas cáncer.
Sin embargo, como se lo utilizó durante décadas como aislante, sigue presente en muchos lugares. Hace diez años, una investigación del INTI lo detectó en el 15% de las muestras tomadas en 30 edificios, la mayoría de Capital y conurbano.
Desde Madrid (lugra donde fueron comprados los vagones del subte) confirmaron que hay asbesto entre los componentes del sistema eléctrico que circulan por distintas líneas.