Denuncian al Gobierno de la Ciudad por el inminente cierre del Museo de Informática

Su director afirmó que “no hubo un preaviso” y que no hay respuesta de ningún tipo por parte de las autoridades competentes para resolver el problema.

Denuncian al Gobierno de la Ciudad por el inminente cierre del Museo de Informática
El Museo de Informática se encuentra sin habilitación.

El presidente del Museo de Informática de la Argentina, Carlos Chiodini, denunció que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires no les otorga la habilitación que les quitaron “arbitrariamente”. Tras seis meses de trámites, recalcó que no obtuvo respuesta por parte de las autoridades ni un preaviso.

En ese sentido, tuvieron que volver a pagar los sellados y contratar a un gestor (recomendado por el propio Gobierno de la Ciudad), pero eso no evitó el cierre del museo.

En diálogo con Vía País, Chiodini explicó la situación y dio detalles de los trámites que llevaron a cabo para que el museo siga en funcionamiento. “Hay un tema de burocracia, teníamos una habilitación en el museo que nos quitaron. No me llego ninguna información ni un preaviso. Nos dieron el título de centro cultural, empezamos con la nueva habilitación hace 8 meses y hace 6 que tenemos parado todo”, expresó.

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Posted by Museo de Informática de la República Argentina on Wednesday, November 18, 2020

Con respecto a la labor del gestor, contó que en un principio le comunicó que el trámite de sellados era “gratuito”, luego que había que “abonar 15.000 pesos” y finalmente le dijo que “sólo era un problema de sistema”. Además, el mismo gestor propuesto por el Gobierno porteño les dijo que no se puede hacer nada ante la inhabilitación.

Llamás a todos los números y no te atiende nadie y enviás mails y nadie te los contesta, nadie te sabe decir qué hacer ni cómo; si vas hasta la oficina correspondiente, el guardia de seguridad te dice que no está trabajando nadie”, enfatizó uno de los fundadores del museo, quien recalcó que le pidieron “cosas irrisorias”.

Somos un museo y nos pedían tener cochera, tuvimos que ir a alquilar una cochera”, contó.

En tanto, manifestó que se enteró del problema al momento de presentarse para un proyecto de mecenazgo (programa de financiamiento del Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires), donde le comunicaron que no tenía la habilitación.

En abril, comenzaron con la segunda habilitación como “centro cultural” y en agosto se la quitaron. Asimismo, el gestor les informó que “el trámite no puede ser confirmado porque desde el mes de agosto que fue iniciado, se solicitó a la AGC (Agencia Gubernamental de Control) se aplique la eximición en el pago de los sellados para su continuación. Aún no hubo respuesta a partir del inicio en el sistema surgió que el inmueble se encuentra catalogado, motivo por el cual se requiere la consulta a Planeamiento Urbano”.

Sin embargo, no hubo respuesta tampoco desde Planeamiento Urbano, pese a la indicación de “pronto despacho por tratarse de actividad cultural”. Asimismo, el director fue hasta las oficinas y “no había nadie”.

El Museo de Informática, ubicado en Marcelo T. de Alvear 738, es el primero de esas características en Sudamérica y se mantiene gracias al trabajo de casi 40 voluntarios. Durante la pandemia de coronavirus, el museo se mantuvo cerrado y, pese al reacondicionamiento para respetar el distanciamiento, aún no pudieron abrir las puertas al público.

Protocolo para museos de la Ciudad

En primera instancia, el protocolo establece que los trabajadores deberán mantener la distancia interpersonal de dos metros. De ser necesario para garantizar el distanciamiento en oficinas, se establecerán jornadas laborales organizadas en diferentes grupos de trabajo.

Asimismo, las visitas serán de lunes a domingos, horario máximo entre las 10 y las 20 y con reserva por vía digital y anticipada, no en el lugar.

Se establecerán circuitos de recorrido en sentido único para impedir acercamientos imprevistos; las puertas interiores deben mantenerse abiertas (para no ser tocadas) o ser higienizadas constantemente.

El factor de ocupación será de una persona cada 15 m2 y el establecimiento debe controlar dicha capacidad. Se recomienda que en cada sala de exposición se coloque un cartel en lugar visible, indicando su capacidad máxima.

Las visitas serán individuales -una persona o un grupo de convivientes que no superen las 4 personas que se deberán mantener juntos-. Además, el uso de los ascensores quedará limitado a los casos estrictamente necesarios para aquellas personas que no puedan utilizar las escaleras.

También se realizará en forma regular la ventilación de todos los ambientes para permitir el recambio de aire.

Asimismo, se podrán utilizar dispositivos como audioguías, auriculares, tablets o pantallas (que requieran manipulación), siempre que se realice una desinfección sistemática después de cada uso.