Hay historias del día a día que muchas veces pasan desapercibidas, pero son las más hermosas y motivadoras; por eso agradecemos a las redes sociales por volver virales algunos de estos momentos que nos sacan una sonrisa y hasta nos hacen lagrimear. Este es el caso de Edgar Enrique y María Alicia, los abuelos de Catalina, que emocionaron a todos en TikTok con su gran historia de amor.
Amor del bueno y verdadero, eso puede ser lo que defina el video que Cata compartió de sus abuelos, seguramente con momentos no tan lindos, pero reales. Sus abuelos tienen 85 y 82 años, llevan casados 59 y “la vida les jugó una mala pasada, y mi abuela se enfermó hace más de 15 años”. Cuando se hacen los votos nupciales, al menos en el catolicismo, se jura amor “tanto en la salud, como la enfermedad”, y ellos son el reflejo de esto.
“Mi abuelo se pone lindo todas las mañanas para visitar a mi abuela en su cuarto”, comienza describiendo Cata en el video que en cuestión de horas se volvió viral en TikTok y se llenó de mensajes pidiendo un amor como el de esta pareja. Edgar, que fue pediatra, se peina y se prepara, no para salir a comer o festejar una fecha especial, sino que lo hace cada día para sorprender al amor de su vida en su casa de Barracas.
El video de Edgar Enrique y María Alicia, la historia de amor que emocionó a todos en TikTok
“A pesar de haber perdido su memoria y todos sus recuerdos, mi abuelo sigue siendo su cara conocida”, con estas palabras, esta nieta orgullosa deja a la vista el poder del amor, y sostuvo: “Estamos convencidos de que es lo que la mantiene acá con nosotros”.
Un amor que arrancó casi de casualidad, hoy es la alegría de una hermosa familia
Edgar Enrique nació en Tandil, pero de muy joven se fue a Buenos Aires para estudiar Medicina, se instaló en la ciudad en la que iba a conocer al amor de su vida: María Alicia, la maestra jardinera que todos en Barracas conocen.
“Se conocieron por amigos en común sin querer”, cuenta a VíaPaís Silvina, hija de este hermoso matrimonio que ya es viral. En el 63′ Edgar junto a unos amigos viajaron a Entre Ríos por unos papeles del auto: “Supuestamente, eran cuatro amigos que se hacían que eran pareja, pero mi papá se enamoró de la otra”, detalla, y esa otra mujer era María Alicia.
Fue ese día, en ese viaje, donde el pediatra se enamoró de esta maestra jardinera: “No hay mucha explicación, él no me puede decir que fue... Se flechó”, con esta simple frase, Silvina habla del inicio de esta historia de amor que dio como frutos cuatro hijas y ahora nueve nietos que aman pasar tiempo juntos.
“Cuando papá se jubiló pensaban que se iban a dedicar a viajar en casilla rodante, carpa o camioneta; pero en ese momento él se dio cuenta de que mi mamá se empezaba a confundir, empezaba a fallarle la memoria”, recuerda Silvina sobre los inicios del Alzheimer de su mamá. De esto hace ya 18 años, y de ahí todo cambió: pero esta familia elige ver el vaso medio lleno, el lado positivo y no quedarse con las cosas que ya no pueden cambiar, pero sí disfrutar.
En ese momento, el protagonista de esta historia de amor adaptó su vida en función a María Alicia. “Es la forma de agradecerle todo lo que hizo por él”, asegura Silvina y remarca: “No quiso internarla. Él la cuida, no hay vez que no haga lo que se ve en el video. Si va al médico, vuelve y hace la rutina. La tiene como una reina: cuando mamá lo ve se le ilumina la cara”.
Toda la vida de esta pareja se tuvo que reestructurar, incluso tuvieron que hacer reformas en la vivienda: “Mi abuelo tuvo que ir adaptando toda la casa para mi abuela. Ellos dormían en un piso alto, y tiene muchas escaleras, así que empezó bajando la cama a un piso más abajo, y después a planta baja”, detalla Catalina y agrega: “Para eso tuvo que construir un cuartito en lo que era el quincho, y ahí se mudó mi abuela”.
“Al principio tenía movilidad, así que iba y venía, pero hace muchos años ya la perdió totalmente. Por eso es que mi abuelo la visita todos los días, porque no duermen juntos”, cuenta la creadora del video viral y su mamá remarca: “Vuelvo feliz, no llorando por lo que nos toca vivir. Nos matamos de la risa, eso es lo lindo, me llena el alma. Es un momento feo si querés, pero lo transformamos en algo divertido”.
“Mi mamá no puede hablar, pero si le decís ‘hola’ te sonríe, y las caras conocidas (sus familiares) no las olvida. Si le haces un chiste, se ríe, si cantas, te tararea algo...”, cuenta feliz Silvi a VíaPaís y confiesa que su madre es muy amante de la música: “Le gustan las marchas, le cantamos la marcha de San Lorenzo, le cambiamos la letra. El nieto mayor le pone ópera y se transforma”. Pero detalle no menor es que a Alicia le gusta el Bombón asesino de Los Palmeras: “Bailamos a su manera todos juntos”, cuenta y asegura que esos momentos son una verdadera fiesta y “vuelvo feliz de la casa de mis viejos”.
Cuando Catalina y Silvina hablan de su familia, Y en la voz se siente el amor y orgullo que sienten. “Somos un equipo”, así se definen y cumplen con todos los requisitos: remar todos para el mismo lado, apoyarse, acompañarse y animarse los unos a los otros en cada momento. Fueron muchos los comentarios que pedían un amor como el de Enrique y Alicia, algo que sorprendió a su nieta.
“El amor que se tienen es el más normal del mundo porque me crié con eso. Siento que la gente se desespera y solo es paciencia. Mi abuelo siempre estuvo en contra de llevarla al geriátrico, aunque era lo más fácil, siempre estuvo en contra, y gracias a eso, nosotros creemos que mi abuela sigue con nosotros”, detalla la joven y cuenta que para su abuelo siempre “lo más importante fue la lealtad y la familia”.
Es por esto, sumado a “la paciencia, la gratitud” y sabiendo “que el amor con el tiempo se transforma”, es que “ahora los une algo mucho más grande, pero no sé que es: son una sola persona”, comenta Silvina y capaz que el secreto de este amor sea la “paciencia y reinventarse, no quedarse, porque él la lucha día a día”.
“Mis viejos son incondicionales”, asegura esta hija orgullosa y destaca cada uno de los valores que ambos les trasmitieron a ella y sus hermanas. “Papá es una persona de principios, honestos, es sencillo. Es un tipo de fierro, es mi incondicional”, asegura y contó cuál fue el dicho que más define a su mamá, siempre le dicen: “Tenés que hacer alguna maldad para bajar del cielo”.
Al contar esto, recordó el chiste final que dice Enrique cada vez que ve a su esposa: “Vamos a tener sexo hard”. “Mamá es un pan de dios, jamás una puteada. Cuando mi papá dice sexo hard, se lo hace apropósito para que se ría porque mi mamá dijo la palabra sexo una sola vez en su vida”, cuenta y sostiene que “mamá se nota que disfruta estos encuentros, se le nota en la cara”.
Y ahora el que disfruta es Enrique, por la cantidad de mensajes que llegan: “Mi papá está fascinado con todo esto. Primero no quería que Cata suba el video, pero ahora le gusta y no lo puede creer”, cuenta y quien dice que estemos en presencia del “abuelo influencer”, que nos enamore a todos y que haga que todos soñemos con un amor así.
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