El Centro Educativo Terapeutico San Martin de Porres, en el cual estudian 380 niños y adolescentes que padecen TEA (Trastornos del Espectro Autista), deberá el viernes suspender sus actividades debido al partido que por la Primera B Metropolitana disputarán desde las 14 Almirante Brown y Defensores de Belgrano en Isidro Casanova.
El colegio, que funciona de lunes a viernes de 9 a 16.30, se encuentra a menos de 300 metros del estadio de Almirante Brown, por lo que las actividades se suspenderán "como medida de prevención por el accionar de las barras bravas".
El año pasado y en este, directivos del colegio y padres de los alumnos enviaron notas a la APREVIDE (Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte) y a la AFA solicitando que no programen más partidos los días hábiles y en horario vespertino en el estadio de Almirante Brown, pero, según explicó Claudio Hunter Watts, cofundador y coordinador terapéutico del establecimiento, "jamás contestaron esas cartas, ni siquiera un simple acuse de recibo".
"Es evidente que a la APREVIDE y a la AFA le interesan más los negocios del fútbol que la educación y el tratamiento de personas con autismo. En aras de los negocios del fútbol se sigue privando a niños y adolescentes que necesitan cuidados especiales de muchas horas de su tratamiento y educación", sentenció Hunter Watts, y sostuvo que se está estudiando la posibilidad de recurrir a la Justicia.