El arzobispo de Buenos Aires, cardenal Mario Poli, presidió hoy la misa crismal en la Catedral Metropolitana, donde alentó a los sacerdotes a ejercer un servicio de mediación "entre el proyecto providente de Dios, que quiere que todos los hombres se salven, y los poderes de este mundo que cierran las puertas a sus pequeños".
"Lo que fue centro de la predicación y enseñanza de Jesús, ahora es nuestra principal misión: anunciar a todos los hombres que su reino de amor y justicia está presente entre nosotros, todavía en cierne, hasta que Cristo sea todo en todos", dijo el cardenal durante la Eucaristía en la que cientos de sacerdotes renovaron las promesas de su ordenación, indicó la Agencia Informativa Católica Argentina (AICA).
"Él nos regaló un sacerdocio de mediación, acaso para alabarlo y entregar generosamente los dones que hemos recibido, 'como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios', a su pueblo", agregó el primado.