Juan Manuel Ferrari (50) salió el lunes a la tarde de su oficina en el microcentro porteño rumbo a una reunión. Nadie sabe a dónde ni con quién, y desde entonces, nada más se supo de él.
Ferrari fue visto por última vez por un empleado entre las 12.30 y las 12.45 del lunes cuando salió de su lugar de trabajo en Sarmiento al 400 en una camioneta Volkswagen Amarok gris. Fue el empleado el que alertó a Cristina (50), la novia de Ferrari, que le llamaba la atención no saber nada más de él.
Ferrari es publicista pero en la práctica se dedica a brindar servicios de marketing. Su actividad está vinculada al mundo del automovilismo y en sus redes sociales se lo puede ver en autódromos, junto a pilotos y autos de distintos equipos.
Alejandro Sánchez Kalbermatten, abogado de Ferrari, señaló que a su cliente le deben plata. "Le estoy gestionando cobranzas que le deben por una suma cercana a los tres millones de pesos. Hay dos o tres empresas puntuales que le deben bastante dinero y algunas no me gustan, no son personas a las que les gustaría que les vayan a ejecutar la deuda, son pesados", dijo.