Un hombre de la comunidad gitana que se hacía pasar por "manosanta" al ofrecer servicios de curación de objetos de valor que luego robaba a sus víctimas, fue procesado por la Justicia, según informaron este viernes fuentes policiales.
La investigación comenzó luego de que la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional 32 recibiera múltiples denuncias de damnificados, por lo que se solicitó la intervención de la División Defraudaciones y Estafas de la Policía de la Ciudad.
Según la pesquisa, el imputado, identificado como Jorge G., se presentaba en viviendas de quienes lo contrataban y llenaba una jarra transparente con agua, que luego de agitarla "mágicamente" se teñía de rojo, motivo por el cual argumentaba que la casa estaba contaminada con energía negativa y necesita ser "sanada".
A raíz de esto, convencía a sus víctimas de que debían entregarle dinero, joyas y alhajas, ya que debía purificarlos porque allí se alojaban los "males" de la casa. Luego, se encerraba en una habitación con todos los elementos de valor y minutos después, al retirarse, les decía a sus clientes que los había dejado debajo del colchón y que debían permanecer allí un tiempo prudencial para cumplir con el ciclo de limpieza.
Sin embargo, transcurrido ese lapso recomendado, las víctimas buscaban sus pertenencias y descubrían que en realidad había dinero falso y que las joyas no estaban.
Según informaron las fuentes, el imputado había drogado a sus clientes en algunas ocasiones y en otros casos los había convencido de abandonar sus viviendas unos días, para aprovechar y robar cristalería, entre otros elementos.
Asimismo, se pudo comprobar que el "manosanta" cambiaba de domicilio constantemente para evitar ser detectado. Es por eso que el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional 9, a cargo de Martín Sebastián Peluso ordenó tres allanamientos, dos en las localidades bonaerenses de José Mármol y Temperley, y el restante en el barrio porteño de Barracas.
En los procedimientos se secuestraron 3.2 millones de pesos y 75 mil dólares, todos apócrifos, y distintas joyas de oro, perfumes importados, elementos de cristalería, dispositivos electrónicos y varios blísters con somníferos.
Según informaron las fuentes, el falso curandero fue procesado por la Justicia aunque permanecía en libertad.