Este jueves el Tribunal Oral Criminal 22 dictaminó la prisión perpetua para Mariano Bonetto, el veterinario cordobés que asesinó el 11 de octubre de 2016 a dos jóvenes en una plaza de La Boca mientras tomaban mate y festejaban un cumpleaños.
Nuria Couto (18 años) y Natalia Grenbenshicova (15) fueron atacadas por Bonetto cuando salieron del colegio del que la mayor era egresada y actual empleada, y la menor cursaba tercer año. Ambas fueron con un grupo de jóvenes al parque Irala, ubicado a dos cuadras del estadio de Boca Juniors.
Cuando ellas charlaban y compartían un mate, Bonetto apareció de la nada y, sin mediar palabras, las abordó y las apuñaló brutalmente. A Natalia le causó cuatro heridas y a Nuria unas 20, la mayoría en el abdomen, hasta que un vecino que observó la violenta situación le dio un botellazo en la cabeza y le quitó el cuchillo.
Nuria murió el 5 de noviembre y Natalia el 23 de ese mismo mes, después de 43 días de agonía.
El Tribunal aceptó el pedido de las querellas y consideró que el hombre sabía lo que hacía y eligió a sus víctimas, a pesar de que en diciembre de 2016 había sido declarado inimputable por la jueza de instrucción Wilma López. En ese sentido, un grupo de psicólogos señaló que no había comprendido sus actos durante el hecho. Sin embargo, en mayoría, se concretó la condena perpetua.
Durante el juicio, Bonetto escribió la siguiente carta:
"Señora Jueza: Me dirijo a usted con la necesidad imperiosa de comunicarle que en este momento soy víctima de mi propia mentira. He sido declarado inimputable mediante una entrevista con profesionales en la que bajo los efectos del miedo a ser puesto en juicio y condenado mentí. No fui inducido por ningún demonio a ejecutar mi plan de asesinar, lo hice porque era mi voluntad más profunda en ese momento, nada puede hacerse sin el consentimiento de uno mismo. Por lo tanto hoy me pesa en forma de culpa el hecho de ser declarado merecedor del Artículo 34. Exijo que la rueda de psiquiatras y psicólogos me revalúe, en nombre de la justicia de una causa de la que a la luz de los hechos y del tiempo transcurrido me siento absolutamente culpable. También pido ser sacado de prisma y ser alojado en un pabellón común, no necesito de ningún tratamiento y estoy posiblemente excluyendo de esa posibilidad a alguien que lo necesite realmente. Quise declarar la última vez que estuve en condiciones de hacerlo pero la verdad es que no me animé. Le ruego que atienda mi reclamo, sé que todo esto suena un poco raro porque va 'en contra' de los intereses normales pero es la verdad que sale de mi corazón. Desde ya muchas gracias".