En la casa donde vivió y murió Luca Prodan, el líder de Sumo, ubicada en Alsina 451, los fanáticos de la banda crearon una especie de templo. En la puerta principal, grande de doble hoja, se mantienen cientos de inscripciones y mensajes de cariño hacia el músico, que desaparecieron entre el lunes y el martes por culpa de una cuadrilla de la Ciudad.
Dos operarios de la "brigada antigraffitis" del Ministerio de Ambiente y Espacio Público porteño, que transitan la ciudad recuperando frentes vandalizados, taparon -por error y en cuestión de minutos- 30 años de mensajes de la casa donde hoy funciona el bar "Lo de Luca".
Ariel Belont, encargado del lugar, abandonó el bar cerca de las 8 de la noche y cuando cerró la puerta halló una puerta distinta. "Justo enfrente había un camioncito de la municipalidad y les digo 'loco, qué hicieron, cómo van a pintar la puerta, no se dan cuenta de que es un sitio de interés cultural, que es la casa de Luca'", contó al sitio Big Bang News.
"Cuando les dije que era la casa de Luca me dijeron 'uy, loco, disculpá, perdón'. Les pregunté si no tenían una hidrolavadora para sacar la pintura ahí mismo, me dijeron que no y se fueron lo más rápido que pudieron". Al instante, los dueños del bar que le rinde homenaje a Luca lo publicaron en redes sociales y estallaron las críticas.
"Si sucedió eso y fuimos nosotros, yo mismo personalmente voy a pedirles disculpas", indicó Victoria Hassan, jefa de Gabinete del Ministerio de Ambiente y Espacio público de la Ciudad. "Nosotros tenemos un programa de limpieza de graffitis en los frentes, pero siempre hay que tocarle el timbre antes a los dueños de la propiedad para preguntarles si quieren que se los limpiemos. En este caso, es evidente que los empleados no se dieron cuenta de que era la casa de Luca".
Mientras los fanáticos ideaban una solución para recuperar la histórica entrada, un artista dibujó dos caras de Luca en las puertas y el logo de la banda. Es más, se encontró con Andrea Prodan, hermano de Luca, que esta casualmente en Buenos Aires con su banda y compartió el hecho en sus redes, enojado por la desaparición de los mensajes. Stephanie Nuttal, la baterista original de Sumo, también dejó un mensaje preocupada por lo ocurrido en el posteo de Andrea.
Finalmente Ariel Belont, quien se había tomado el trabajo de barnizar varias veces la puerta para que perduraran los mensajes, pudo quitar la pintura con una hidrolavadora y recuperar la entrada. Las fotos de la puerta como nueva también fueron subidas a las redes para la felicidad de todos los fanáticos de la banda.
En abril de 2017, la Legislatura porteña ya había cometido otro error al escribir mal el nombre de Luca Prodan (agregándole una S final) en una placa homenaje.