Un conductor que dio 1,92 gramos de alcohol por litro de sangre, casi tres veces más que los 0.50 permitidos, trató de evitar el secuestro de su auto, para ello se peleó con los agentes de tránsito y los policías. Por si fuera poco inventó una insólita excusa: "Tengo un problema técnico", exclamó.
El hombre se encontraba tan borracho que tardó mucho tiempo en encontrar la licencia en su billetera. Es más, varias veces intentó darles a los agentes tarjetas de crédito y débito.
El estado del dueño del auto quedó netamente visible en su forma de hablar, ya que confundía las palabras y le costaba mucho expresarse.
Además, una vez que le notificaron que iban a retenerle el vehículo y la licencia, se torno agresivo con la agente de tránsito. "Sabés cuántos giles como vos me comí yo", los amenazó, y tuvo que intervenir el personal policial que participaba del control en la zona de Palermo.