Este martes por la mañana se realizó la despedida a los restos de Lourdes Espíndola, la policía que falleció por un balazo en el cuello que delincuentes le propinaron el último fin de semana, y se vivieron momentos de emoción entre respetuosos silencios y aplausos.
Fernando Altamirano, la pareja de Lourdes, asistió vestido de civil y, según publicó Clarín, no paró de fumar y se mostró nervioso mientras aguardaba la salida del cortejo fúnebre desde la casa velatoria ubicada en Berazategui.
"Chau, mi amor", le dijo Fernando al féretro, que estuvo enfundado en una bandera argentina, tras abrazarlo entre lágrimas y conmocionado por el dolor que le provocó la pérdida de su mujer.
Luego, el cortejo fúnebre partió después de las 11 rumbo al cementerio Parque de Ranelagh, en la avenida Nicolás Milazzo al 300, en medio de una enorme cantidad de aplausos.
La víctima, mamá de un nene de 6 años, fue ascendida post-mortem a subteniente.