El dueño del maxikiosco de la calle Estados Unidos al 2100, en el barrio porteño de San Cristóbal, vivía solo y por eso fueron sus vecinos los primeros en darse cuenta que no había abierto su negocio temprano, como lo hacía habitualmente.
Ya era mediodía y cuando se acercaron, la puerta entreabierta les permitió confirmar la peor sospecha. Jaime Troncoso, el comerciante de 50 años, estaba muerto.
Su cuerpo estaba desnudo, recostado sobre un colchón y a simple vista ya se notaba que tenía un corte profundo en el cuello. En la misma escena del crimen los peritos secuestraron un cuchillo que, se cree, fue el que usaron para matarlo y que será analizado.
Para los investigadores no se trató de un homicidio en ocasión de robo y apuntan a un móvil personal. La causa quedó a cargo del fiscal Martín Mainardi.
