Por el brutal crimen de Camila Borda, una chica de 11 años que fue hallada muerta en Junín dentro de una bañadera y con una bolsa en su cabeza, la policía detuvo a Carlos Varela, el casero de 40 años del domicilio donde apareció el cuerpo de la niña.
Aterrados y furiosos por la triste noticia, vecinos de Camila quisieron atacar al supuesto asesino antes de que fuera trasladado, pero fallaron en el intento y reaccionaron arrojando todo tipo de proyectiles hacia los policías e, incluso, hasta quemaron dos patrulleros.
Los agentes respondieron con balas de goma y gases lacrimógenos; y la zona debió ser acordonada por más efectivos de la Bonaerense.
"El imputado está detenido, lo han trasladado. Pero en la quinta hay muchos incidentes: hay oficiales heridos, móviles incendiados", explicaron las fuentes durante los momentos más complicados que se vivieron este domingo en Junín.
Los restos de la chica fueron divisados por un grupo de niños que se encontraron con su bicicleta en las proximidades de la quinta. Curiosos, se metieron en la finca y dieron con el cadáver, el cual lucía degollado, atado, y amordazado.