Biólogos y epidemiólogos reunidos en la ciudad bonaerense de Bragado acordaron con nueve municipios de la cuenca del Salado el uso de bacterias para el tratamiento científico, integral y sistémico del barigüí, un pequeño insecto que se convirtió en una plaga a raíz de las inundaciones.
No han dado resultado los repelentes y fumigaciones para combatir el barigüí, también conocido como "mosquita negra", cuya picadura es muy dolorosa y causa reacciones alérgicas y dermatitis en algunas personas.
Ahora se acordó usar bacterias denominadas BTI aplicadas por medio de un producto biológico de carácter natural formulado para su empleo en ambientes acuáticos, con el propósito de eliminar tanto las larvas del barigüí, como de los mosquitos y jejenes.
Los especialistas reunidos en Bragado estudiaron las posibilidades de establecer un convenio de cooperación institucional para el uso de las BTI -siglas de la bacteria Bacillus Thuringiensis-, que es la tecnología más difundida para el control del jején.