El Gobierno porteño empezará a instalar sumideros y tapas de bocas de lluvia hechos de plástico reciclado. Si tienen resultados favorables, reemplazarán las 10.000 piezas redondas y los 29.000 desagües que hay en la Ciudad.
El ensayo comenzará hoy, con una primera tapa ubicada en Perito Moreno y Varela, como parte de la obra de ampliación de la red hidráulica en la villa 1-11-14. Allí probarán diez tapas de las redondas y ocho sumideros rectangulares.
Las piezas están elaboradas con polietileno recuperado, que el Ministerio de Ambiente y Espacio Público obtiene a través de los plásticos que recolectan los cartoneros, a través de sus cooperativas.
Estas tapas sirven para dejar de usar las históricas piezas de hierro, que se rompen, son más pesadas y frecuentemente son vandalizadas o robadas. Además tienen una vida útil mayor, son más baratas y más fáciles de colocar.
Esta prueba piloto se suma a otras iniciativas ya confirmadas para intentar evitar la contaminación.