Dario Doallo (ddoallo@larazon.com.ar)
"Cada partido de tenis es una vida en miniatura". La frase pertenece a André Agassi y funciona como epígrafe en "Borg/McEnroe", una de las tantas películas que hoy vienen a renovar la cartelera porteña.
La película del danés Janus Metz se centra en el partidazo que protagonizaron el sueco Björn Borg y el joven estadounidense John McEnroe en la final de Wimbledon 1980, pero sobretodo busca mostrar ese detrás de escena del mundo del tenis. Mientras vamos viendo y avanzando en el famoso torneo, aparecen los flashback que muestran momentos duros de ambas vidas que poco se suelen mostrar: las operaciones mediáticas, el escaso tiempo para disfrutar de la familia (o de la plata), el nivel de exposición que maneja una estrella que no está preparada para serlo...
La película, una coproducción entre diferentes países nórdicos (Norueg, Suecia, Dinamarca y Finlandia); tiene como protagonista a Borg, quien es interpretado de gran forma por el sueco Sverrir Gudnason. La trama arranca unos días previos al inicio de Wimbledon y con un Borg que no sabe cómo sostener su fama de frío, de inmune a mostrar cualquier tipo de sentimiento. En la cancha se lo ve así, pero la realidad es otra y se enfoca en cómo se construyó esa personalidad, de la mano de su histórico entrenador.
Borg llegaba a aquel torneo como número 1 del ranking y como cuatro veces campeón en Wimbledon. "Si pierdo este año, nadie se va a acordar que gané cuatro torneos seguidos, sino que perdí el quinto", dice el rubio de pelo largo totalmente concentrado en la habitación de su hotel antes de su primer partido.
En ese momento, McEnroe, la nueva gran estrella del tenis y su principal rival, disfruta de una fiesta en una bar londinense. Shia LaBeouf (protagonista de la saga "Transformers") es "Big Mac", que llega al torneo con mala fama por su mal comportamiento, nada bien recibido en la Catedral del Tenis.
Si algo queda claro luego de ver "Borg/McEnroe" es que ninguno de los protagonistas era como se los pintaba, sino que ambos usaban sus personalidades para ocultar el miedo, los nervios y las exigencias.
La reconstrucción de la atractiva época es impecable y las escenas de juego -correctas- se muestras más que nada en primeros planos. Quizás donde falla un poco es en no enfatizar tanto la rivalidad entre ambos y la tensión en el partido final, que sufre innumerables idas y vueltas, caídas y levantadas. Otra vez, el deporte como síntesis de la vida.
https://www.youtube.com/watch?v=GLfxx7aHNLQ
