El fiscal que investiga el ataque a las dos bailarinas que fueron apuñaladas en la escuela de danza de Palermo, ordenó para el imputado Sebastián Damián Villarreal un peritaje psiquiátrico y psicológico más amplio al diagnóstico que ayer recomendó su internación, para poder definir en el expediente si es imputable o inimputable.
El titular de la Fiscalía Penal, Contravencional y de Faltas 5 del Ministerio Público Fiscal (MPF) de la ciudad, Miguel Kessler, ordenó en las últimas horas que Villarreal (30) sea evaluado en profundidad por el Cuerpo Médico Forense de la Justicia porteña.
Fuentes judiciales indicaron a Télam que el objetivo es que los términos del artículo 34 del Código Penal, los especialistas puedan determinar si, al momento de los hechos, el árbitro de fútbol y estudiante de danza comprendió la criminalidad de sus actos y pudo dirigir sus acciones.
Kessler recibió ayer un primer informe médico interdisciplinario realizado en 24 horas en el que una psiquiatra del Hospital Tornú, -donde Villarreal permanece internado y detenido con custodia policial-, reportaba que el acusado presentaba "alucinaciones", y tenía "trastorno psicótico crónico y retardo mental".
La perito recomendó la internación de Villarreal en una "institución neuropsiquiátrica para diagnóstico y tratamiento hasta cesar su peligrosidad para sí o para terceros".
Según el informe -al que accedió Télam-, al momento del examen el acusado refiere padecer "alucinaciones auditivas" y "visuales" focalizadas en un "pai umbanda con el cual habría una causa de abuso sexual", de las cuales "se defiende rezando, respirando y bailando".
Para la psiquiatra, también presenta "ideación delirante erotómana (fases de enamoramiento-desilusión -pasaje al acto) focalizada en la docente ŽJuliŽ de baile (Julieta Antón, una de las víctimas), con juicio desviado".
Ayer, Antón (26), quien fue bailarina del programa "Showmatch" y actualmente integra el staff de bailarines de la cantante Tini Stoessel, contó a la prensa que "había notado" la obsesión de su agresor por estar con ella y afirmó "que le tenía miedo", mientras que Sofía Bovino (36), la dueña de la escuela de danza que también agredida a cuchillazos, aseguró que el hombre amenazaba con "matarlas a las dos" durante el ataque.
Ante la declaración de testigos que afirmaron que Villarreal manifestó durante el ataque que iba a matar a las dos víctimas, Kessler, resolvió cambiar la imputación, que antes era por "lesiones graves agravadas por ser la víctima una mujer, en contexto de violencia de género", por la de "tentativa de femicidio", que tiene una pena de entre 10 y 20 años de cárcel.
Con la nueva calificación, Kessler, que es un fiscal penal del fuero porteño, podría declararse incompetente y derivar el expediente a un juzgado y una fiscalía del fuero nacional en lo Criminal y Correccional.
Con información de Télam.