En dos operativos, la policía de la Ciudad de Buenos Aires incautó más de 6500 autopartes ilegales, con un valor calculado de 87 millones de pesos. Fue en un desarmadero y un local de Warnes, donde había a la venta piezas procedentes de al menos 35 robos de Capital Federal y el Conurbano bonaerense.
La investigación, informó el Gobierno porteño, había comenzado en mayo, cuando personal de la División Sustracción de Automotores de la Policía de la Ciudad detectó que frente a un local de Dorrego al 300, en Chacarita, se descargaban autopartes desde una camioneta.
Los oficiales comprobaron que las piezas no tenían respaldo legal del Registro Único de Desarmaderos y Actividades Conexas (RUDAC), dependiente de la Dirección Nacional del Registro Automotor y procedieron a incautarlas.
También se detuvo al conductor de la camioneta por infracción a la Ley de Desarmaderos (25.761) y se abrió una investigación sobre el local donde se comercializaban las piezas.
Tras cuatro meses de seguimiento, la policía detectó que el local estaba relacionado con un depósito ilegal de calle Fragata Sarmiento al 2100, en La Paternal, donde operaban vehículos sin chapa patente transportando y extrayendo repuestos del lugar, y donde también se acopiaban piezas de autos robados.
Con estos datos, la jueza María Araceli Martínez ordenó los allanamientos tanto en el local de Dorrego como en el depósito en Fragata Sarmiento. En el primero se secuestraron 301 placas de embrague, 179 patines de freno, 52 campanas de freno y 286 discos de embrague.
Pero, lo más importante para la causa se encontró en el depósito de La Paternal, en una planta baja de un edificio simulando ser una cochera, donde los oficiales incautaron 5700 autopartes, entre puertas, capots, tapas de baúles, volantes, tapas de cilindros, ópticas, espejos, faros, cigüeñales y estéreos de autos de alta gama y con un alto precio de reventa en el mercado negro.
En total las autoridades incautaron en los dos allanamientos 6518 autopartes, por un valor estimado de 87 millones de pesos en el mercado ilegal.
Los investigadores determinaron que 35 piezas de las secuestradas tenían código del Registro de Verificación de Autopartes (RVA) (Ley 3.708), con pedido de secuestro activo, a solicitud de diferentes magistrados de la Ciudad y Gran Buenos Aires, por delitos de robo, robo a mano armada y hurto. Eso significa que en esos depósitos había bienes que fueron robados en, al menos, una treintena de hechos delictivos, con violencia de por medio.
Asimismo, los investigadores estiman que otras piezas también habrían sido producto de ilícitos, ya que muchos de los elementos secuestrados tenían limado el código de RVA.
Las piezas secuestradas serán compactadas y lo recaudado será destinado a entidades de bien público, informó el Gobierno de la Ciudad.