Por Paula Conde
Un auténtico temerario, Tony Hawk nunca le tuvo miedo a las alturas. Ni a los golpes, ni a los moretones, ni al dolor. Tampoco tiene vértigo. Se subió a una patineta por primera vez en su vida a los diez años y, hoy, con 49, aún no se bajó. En casi cuarenta años arriba del skate, el hombre consiguió: ser la figura más reconocida de los deportes extremos a nivel mundial; ser campeón del mundo durante doce años consecutivos; ser considerado "un inmortal" en el mundo del skate; inventar variedad de trucos y concretar piruetas (casi) imposibles. En 2014, visitó el pa- ís y reunió a más de cincuenta mil personas en Palermo, donde, junto a otros skaters de su riñón, hizo una demostración de habilidad en una pista en forma de U. Tres años después, este californiano alto, flaco y osado regresará al país para volver a mostrar que su talento sigue intacto.
Será este sábado desde las 13, en Figueroa Alcorta y Dorrego, en Palermo, con entrada libre y gratuita, en el marco del Xtreme Life Fest.
Su segunda visita a la Argentina se da como parte de la gira “Tony Hawk and friends”. Entre los “amigos” que también mostrarán habilidades en el skate, figura “Big E”, un chico de apenas 14 años, a quien Tony apunta como “promesa” de este deporte. También habrá “riders” argentinos, tal como se los llama a estos deportistas. Buenos Aires cuenta con unos cinco mil aficionados al skate y posee cinco pistas de uso gratuito para aprenderlo: en Belgrano, Caballito, Mataderos, Palermo y Villa Lugano pueden practicarse skate, longboard, rollers o mountain bike, entre otras disciplinas.
“Me acuerdo de que la multitud estaba muy excitada. Me encantó mi experiencia allí, fue muy especial. Cuando están excitados, me ayuda a actuar mejor. Fue espectacular, a cualquier lugar que íbamos, la gente estaba contenta de vernos, incluso en las calles. Creo que hay una gran pasión por la cultura del skate en Argentina”, recuerda Hawk sobre su paso por el país hace tres años.
¿Cuál fue la mejor pista de skate en la que estuviste?
Una de las pistas más grandes y de las mejores está en Pennsylvania, en Estados Unidos. Pero me encanta ir a lugares extraños, por ejemplo, hace poco estuve en Camboya, Etiopía y Sudáfrica. No son los mejores parques de skate, pero tengo los mejores sentimientos, porque le estás mostrando algo nuevo a la gente.
¿Cómo fue esa experiencia?
Muy linda. La gente nunca había visto tablas de skate ni skaters, así que los subí conmigo y les hice paseos.
¿Dónde notaste que la pasión por este deporte es más fuerte?
Sin dudas en Sudamérica: Argentina, Brasil y Chile tienen gran cantidad de skaters.
¿Alguna vez quisiste dejar por la cantidad de golpes que te diste?
No, nunca. Claro que hay algunos trucos que ya no me gusta hacer más por el sacrificio. Tal vez, hago menos exhibiciones públicas, porque dependo de mis habilidades. Pero nunca quise parar de hacer skate.
Me acostumbré a vivir con los golpes en toda mi carrera.
¿Cuál fue el truco más difícil?
Para mí, uno de los más difíciles es el salto de 720°, que consiste en dos vueltas completas en el aire, dando vuelta también la tabla de skate.
¿Tenés alguna acrobacia pendiente?
Sí. Uno que siempre quise hacer fue un giro de 720°, pero sin manos. Todavía nadie lo hizo. Lo he intentado, pero ya no lo sigo practicando.
¿Qué es tan apasionante del skate?
Siempre hay algo nuevo para aprender, siempre podés mejorar, no importa cuán lejos llegues. Es un buen ejercicio, pero también es muy creativo.
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Se puede decir que es un deporte y un arte al mismo tiempo. ¿Recordás por qué empezaste?
Empecé porque algunos de mis amigos estaban haciéndolo y también mi hermano mayor. Me encanta la libertad que te da, el mecanismo individual, no es algo que tenés que hacer en equipo o que tenés que respetar un programa todo el tiempo, sino que es algo que hago en mis propios términos.
Habrás visto el capítulo de Los Simpson en el que Homero salta el Cañón de Springfield.
Sí, claro. Y participé en otro. Fue una de las mejores cosas que hice.
¿Te animás a saltar como Homero?
Aún no me lo ofrecieron, pero si se da una buena chance, ¿por qué no?
Falta menos para el gran parque de skate
El Gobierno porteño planea inaugurar en octubre el parque de skate más grande del país: estará ubicado en el predio del viejo Velódromo, en el Parque Tres de Febrero, en Palermo, y contará también con una cancha de hockey y de básquet.