Martín Ocampo, ministro de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires, defendió el desalojo de la Policía de la Ciudad al piquete instalado en la Avenida 9 de julio y aseguró que no se trató de un hecho aislado, sino que los manifestantes habían organizado el enfrentamiento con los efectivos.
El funcionario confirmó que el Gobierno denunciará ante la Justicia a los piqueteros y advirtió: "Esto no puede quedar impune".
El funcionario remarcó en A dos voces que, detrás de los incidentes que terminaron con gas lacrimógeno, piedrazos y al menos siete detenidos, "había un grupo predispuesto a generar un enfrentamiento". "Nadie va a hacer un pedido a las autoridades con gomas, esto estaba organizado para prender fuego en la 9 de julio", remarcó.
"No actuamos intempestivamente, la intervención policial es la última respuesta que planteamos", explicó. El funcionario subrayó que los manifestantes estuvieron reunidos con los funcionarios para negociar y que, antes de actuar, la policía los intimó a que liberaran el Metrobus y dejaran a los bomberos apagar el fuego.
"Llovían piedras. No entendieron que esa Argentina violenta no sirve para que el país se desarrolle", concluyó.