El piloto del primer avión sanitario de Bariloche soñó con la posibilidad de volar desde que era chico. Gustavo Artacho, que además es instructor, se formó en el aeroclub de la ciudad, también está encargado de la parte operativa de la Dirección de Aeronáutica provincial, "esto no tiene precio, es un momento histórico", consideró.
Gustavo contó que desde niño escuchaba el ruido del avión y salía de su casa corriendo para poder verlo pasar. Por un breve momento, se transportaba hacia la cabina e imaginaba en los controles dirigiendo la aeronave, sea cual fuere. Con cierta humildad afirmó que los pilotos son solo "un eslabón más", dentro de un equipo que llevan "doctores y trabajadores de la salud que salvan vidas".
Ya de grande y con su sueño realizado, Gustavo pasará a formar parte de la historia de Bariloche. Estará bajo el mando del primer vuelo sanitario que fue remodelado por Río Negro. "Es una posibilidad muy especial. Yo me formé dentro de la provincia, soy rionegrino, me formé en su aeroclub y es un orgullo ahora poder volcar esa pasión que tenemos los pilotos al servicio de la comunidad. Esto no tiene precio", aseguró.
Si bien, la avioneta está lista para operar, deberán antes llevar a cabo un simulacro con todo el equipo de Aeronáutica y del Ministerio de Salud. Por mucho que lo intenta, Gustavo no puede ocultar su sonrisa cuando está al lado del Piper Aztec, esta aeronave fue la primera en incluir dos motores.
"Convertirse en piloto es un sacrificio que se va haciendo de a poco, son muchas horas en el aire, mucho trabajo que se van acumulando y ahora me toca ser parte de este proyecto, haciendo algo tan importante para los rionegrinos", expresó orgulloso. El avión sanitario trasladará pacientes en estado crítico a los hospitales cabecera de la provincia, General Roca, Viedma, Cipolletti y Bariloche. Según informó Gustavo, el aeroplano tiene seis plazas y es configurable para poder hacer otras acciones.
"Con un avión así se pueden cumplir múltiples tareas, como búsqueda y salvamento, vigilancia, lucha contra incendios. Esto es invaluable", indicó. Además aseveró que "este trabajo significa contar con disponibilidad permanente. En este momento somos dos pilotos y la idea es incorporar un tercero".
Gustavo no deja de sentirse agradecido con esta posibilidad: "Me toca ser parte de una misión enorme que es trasladar un paciente a los hospitales cabecera, pero el corazón son los médicos y enfermeros que realmente salvan las vidas". Según publicó El Cordillerano.
Gentileza El Cordillerano