"La situación de Olavarría es compleja. Estamos recién en diez días de sucesión de casos y eso nos va a permitir un análisis epidemiológico más acabado de la situación. No sabemos hasta dónde va a llegar esto", asegura tajante Ramiro Borzi, el recién asumido al frente de la Región Sanitaria IX, sobre la situación epidemiológica de la ciudad cementera.
El funcionario aseguró que la cercanía de Olavarría con Azul, obliga a nuestra ciudad a cuidar los controles. "Creo que en Azul saben que lo que tienen que hacer es extremar los controles al ingreso. La gente que es de Olavarría y labura en Azul, los que son de Azul y trabajan en en Olavarría tienen que tomar conciencia. Si uno puede evitar viajar, que lo evite. No es para poner un estigma para los olavarrienses, pero hay que controlar bien el ingreso. Y para toda la comunidad, lo que ya está tan repetido, pero que es efectivo: distanciamiento social, uso de tapaboca y lavado frecuente de manos. Eso lo puede hacer todo el mundo", afirma Borzi en diálogo con Vía Azul.
Vía Azul: ¿Qué opina de la marcha atrás del municipio de Azul con las salidas recreativas?
Ramiro Borzi: Ayer hablé con un importante funcionario de Bertellys. Acá apurarse es posiblemente arriesgarse, y arriesgarse es muy caro en salud. Sugiero a la comunidad que se arme de paciencia. No voy a decir qué está bien o qué está mal, pero no hay que apresurarse. Es preferible poner el pie en el freno que en el acelerador.
VA: Olavarría hace algunas semanas autorizó las salidas recreativas. ¿Puede haber alguna conexión con la situación actual?
RB: No hay un criterio objetivo para decir si fue eso o no. ¿La aparición de casos puede tener que ver en ese periodo ventana? Si, pero para determinar de forma lineal si fue por eso, no se puede. Hay que ver la salud como una entidad con diferentes esferas, la cuarentena repercute en lo psicológico y en lo social, pero hoy hay que enfocar en la prevención de lo biológico. Puede haber una repercusión negativa en las otras esferas, pero hay que bancar la parada y pensar para adelante, porque lo otro te atraviesa más. Si la esfera de lo biológico se transforma en enfermedad te atraviesa más lo social y lo psicológico. Hay que hacer un esfuerzo, elevar el umbral de tolerancia, y pensar que hace esto para estar mejor.
VA: En sus conferencias de prensa, el intendente Galli hizo mucho hincapié en la responsabilidad de los olavarrienses por el desborde de casos.
RB: En primera instancia, Olavarría venía sin casos y justo se da una intervención del intendente vía una encuesta por Twitter en la que quería influenciar una apertura mayor de la cuarentena. No quiero responsabilizar por esto que está sucediendo al intendente, ni a la gente. Quiero pensar para adelante y decir algo que vengo repitiendo: esto no es algo que uno tiene que gestionar hacia la comunidad, sino con la comunidad.¿Cómo paramos la propagación de casos? Trabajando en conjunto con la gente. Si alguno tuvo alguna irresponsabilidad o no, si faltó algún control de parte del Estado o no, ya está. Que nos sirva de aprendizaje para mirar hacia adelante y para ver que una pandemia se debe dimensionar desde diferentes niveles que nos permitan ver no solo la foto, sino toda la película. Y en eso hay que ser muy responsables, muy responsables. Todos.
VA: ¿Cómo puede evolucionar la situación en los próximos días?
RB: Todavía no sabemos si en Olavarría hay circulación por conglomerado o comunitaria del virus. Cuando decimos conglomerado, significa que el virus está localizado en un sector de la ciudad. De todas formas, el abordaje termina siendo el mismo como si la prevención fuera para un caso comunitario. Acá hay que hacer todo lo posible para que esto no se siga propagando. El aislamiento es lo que va a determinar que esto no se vaya a otro nivel de propagación. Y a partir de eso, ir viendo. Se va viendo día a día. No se en una semana, depende del trabajo colectivo que tenemos que hacer entre todos. Van a seguir apareciendo casos, no llegamos a los 14 días desde la aparición de los nuevos positivos. Soy optimista, pongo fichas positivas.
VA: Van dos días del Operativo Detectar. ¿Cómo se trabaja?
RB: Sirve para medir en territorio. Se evalúa en qué área puede haber un foco con nexos, se interviene con una encuesta epidemiológica y haces un barrido casa por casa. Cuando aparece un caso sospechoso se hacen preguntas más específicas y se hisopa ahí al paciente. Y ahí se determina si se aísla en hospital, en un centro de baja complejidad o en el hogar. Este sábado se detectaron 31 casos sospechosos, y parte de esas muestras fueron al Hospital Materno Infantil de Azul.
VA: ¿Cómo están trabajando los laboratorios?¿Hay que testear de forma masiva o solo a personas con síntomas?
RB: ¿Cuándo se testea? Cuando un caso sospechoso, esto quiere decir cuando alguien tuvo contacto estrecho con una persona contagiada por 15 minutos a menos de dos metros y tiene síntomas. Eso dice el protocolo de provincia. Sin querer polemizar, las excepciones corren por cuenta de las instituciones que las hacen y tienen un margen para hacerlo.
VA: En Azul se está testeando a los trabajadores esenciales que llegan a la ciudad, aún estando asintomáticos. ¿Sirve a modo de prevención?
RB: No voy a hablar de una cuestión particular, pero el protocolo de provincia es claro, dice contactos estrechos. Alguien puede estar contagiado con baja carga viral, le da negativo e igual tiene que hacer el aislamiento. Lo que acá sirve es el aislamiento, el hisopado puede esperar aún en los casos sospechosos. Acá hay que aislarse y esperar el periodo ventana, sin aislamiento no hay garantías. Aún el negativo no te libera del periodo de aislamiento.