Con tan solo cinco años, la historia de Benicio caló hondo entre los azuleños. El nene de cinco años fue diagnosticado con linfoma de Hodgkin logró superar la primera etapa de la enfermedad luego de tratarse en el Hospital Garrahan, y a fines de enero volvió a Azul.
A cuatro meses, y en medio de la pandemia, el chiquito retomó su vida normal con su familia. "Benicio está súper feliz de poder estar con sus hermanos y sus primas. Ama jugar al aire libre, es amante del fútbol. Su vida es muy normal, solo tiene que tener cuidado con los golpes", cuenta orgullosa su mamá Angie, en diálogo con Vía Azul.
Durante varios meses, a ella le tocó dejar de trabajar y separarse de sus otros dos hijos. Sin embargo, la etapa más dura ya pasó.
Beni terminó su tratamiento de quimioterapia, pero aún no tiene el alta y tiene que seguir haciéndose controles. Al principio, el chiquito y su mamá viajaban a Buenos Aires pero por la cuarentena ahora los hace acá en Azul.
"Beni retomó su vida normal, incluso al jardín antes de que se terminaran las clases. Pensamos de que iba ser diferente y que le iba a costar adaptarse por el tema de que el año pasado no pudo concurrir, pero hace vida casi normal. Él está super bien", cuenta feliz la mamá.