Una buena medida que duró casi nada. El municipio de Olavarría instaló un arco sanitario en el ingreso de Avenida Pringles para desinfectar con agua colada a todos los vehículos que lleguen a la ciudad, sin embargo funcionó menos de 24 horas. El acoplado de un camión se trabó y dañó severamente al dispositivo.
El objetivo del arco rociador es desinfectar a todos los vehículos que entran a la ciudad cementera con una solución de agua clorada para evitar la propagación del coronavirus.
Sin embargo, la altura máxima no fue suficiente para dejar pasar a vehículos de gran tamaño, como sucedió con el camión de transporte que quedó atascado.
Tras la rotura, personal municipal se encuentra en el lugar intentando reparar el dispositivo y poniéndolo más alto para que pueda servir para desinfectar a los camiones más grandes.