Hacía instantes que había finalizado la prueba delo 200 metros espalda, la bandera Argentina estaría en lo más alto a la hora de la premiación en tierras incaicas; Dipaolo fue el “1″, se quedo con la de oro, Ghione, que la rompió también por muy poco podría haber sido el ganador de la competencia y se quedó con la de plata; ambos se funden en un abrazo “interminable”; de esos que te llegan al corazón.
Ocurre que el deporte ya sea amateur o en alto rendimiento tiene estas cosas, estos valores, que exceden a cualquier especulación, la amistad, el respeto hacia el otro porque no la admiración son parte del “combustible” que hace en este caso a estos atletas de alto rendimiento unos verdaderos campeones; no importa el resultado (obvio que sí) si no que lo importante es cuanto es lo que diste o te sacrificaste para ser un digno ganador.
Benjamín y Tomas son grandes amigos eso no lo cambia una final o “la final”, habla también de las buenas enseñanzas de la familia del representante de Arroyito, de su entorno social y deportivo, del trabajo de la Profe Paola Bigveder que es la formadora de este deportista que no “tiene techo”.
Sin ir más lejos Paola y todos los profes del Cultural Arroyito en lo que a Natación se refiere vieron y vivieron y hasta sufrieron con los nadadores más pequeños y estallaron en emoción cuando el objetivo se cumplió. Definitivamente Benjamín Ghione es un buen ejemplo para nuestros deportistas.