El mito, las leyendas, las anécdotas son una parte del fútbol, eso no se discute, sin dudas estas cuestiones con el pasar de los años y la falta de imágenes fotográficas y fílmicas se van agigantando en la retina de los hinchas, sobre todo de aquellos que fueron testigos de ese determinado evento o hecho.
Con el correr de los años, esos hinchas, van perdiendo la memoria y el boca en boca hace lo suyo, justamente el partido que jugaron el 2 de septiembre de 1984 en la cancha del Deportivo y Cultural los locales y San Lorenzo de Almagro es uno de esos mitos o leyendas, pero antes que nada, un gran triunfo del fútbol de Arroyito.
Entre agosto y septiembre de 1984, el Club Atlético San Lorenzo de Almagro realizo una mini pretemporada de una semana en Arroyito, sí, "El Ciclón de Boedo" que injustamente había sido desterrado de su viejo Gasómetro por la más cruel, corrupta y sangrienta dictadura que haya gobernando nuestro país.
Aquel equipo que vagaba por los estadios (desbordándolos de publico a todos) y que había soportado los estigmas de ser el primero de los denominados grandes en descender, ese equipo, que tal vez fue el "amanecer de los camboyanos" de a poco empezó a recuperase, a poner de pie al club, y por que no pensar que el fútbol de nuestra ciudad y sus jugadores fueron parte de esa historia.
La concentración era en el Hostal del Arroyito, jugadores de la talla de Insua, Giunta, Rabina, Perazzo, el "araña" Amuchástegui entrenaban en el lugar y en el Juan Carlos Savatero. Periodistas locales que acudían habitualmente a los entrenamientos recuerdan cuando el preparador físico mandaba a correr a los futbolistas y el "Araña" con la picardía cordobesa se escondía y los esperaba al regreso en el lugar de dónde habían partido. O aquel hincha que se llevó un buzo obsequiado por uno de los deportistas y a la mañana siguiente dirigentes se lo fueron a pedir por que no tenían tanta ropa, eran tiempos muy complicados desde lo económico para los "Matadores".
Lo cierto es que aquella tarde del 2 de Septiembre de 1984 en el "Gigante de Arroyito" saltaron al campo el Cultural y San Lorenzo, Miguel "Pato" Ramón protagonista de aquel partido casaca número "6", relata en su cuento POR EL METRO DEL '84 lo que sintió antes, durante y después de esa gran contienda deportiva.
"Desde mediados de la década de los '60, en que jugaba sobre la Emilio F. Olmos al 635, calle de tierra en mi pueblo como todos en esa época, pasar por la canchita de arcos sin travesaños en la esquina del Banco, o jugar en el patio de la escuela Nacional con los gigantes eucaliptos haciendo de arcos; o transitar por la cancha de once del Club Obrero y luego en la del Club Vélez Sarsfield, pero mucho antes, haberme pelado las rodillas en los partidos del baby que jugábamos en la cancha de básquet del Club Unión. Para continuar, y sin olvidarme nunca, en la cancha de mi querido Cosmos de La Villa" recordando su infancia en esas palabras.
Y la obra literaria continua narrando "A llegar a esto, a este momento de estar cambiándome en el Savatero, el estadio del Club Deportivo y Cultural, mi club, para jugar contra San Lorenzo, si ese mismo, el de Almagro, el de Buenos Aires, el que venía de pasar por el tormento del descenso a manos de Argentinos Juniors, el mismo que ya no tenía cancha porque el Gasómetro había sido transformado en un supermercado y deambulaba jugando en estadios prestados" desarrolla haciendo alusión a lo que fue la previa para él y los jugadores de la "verde.
Los Cuervos Saltaron a la cancha con Quiroga; Sosa, Insúa (jugaba de 2 en ese momento), Higuaín, Hrabina, Quinteros, Coudannes, Perazzo, Iglesias, Crespín y Navarro; entonces el "Pato" sigue contando en su obra "Y de este lado nosotros, el Chivo, Chirri, Calmado, el Flaco, el Ratón, y un puñado más con la verde pegada al cuerpo y miles de personas mirándonos (sí, miles, como nunca), sentados, como jamás otra vez, desde la improvisada platea habilitada en la pista de atletismo, con esas viejas y pesadas sillas de hierro pintadas alguna vez de verde. Seguro que hoy no se podría hacer" soslaya en el cuento trasladándose a tiempos actuales.
Por la "verde" salieron Flores, Sema, Esposito, Ramón y Romero, Reta, Zimel, Piano, Cirio Sánchez, Piano (Supongo que la Garza) y Brunetto, pero por si a caso para dar una mano esperaban como relevos Boyero, Cuello, Capellini, Reta y que colaboración… Santiago Sánchez.
El partido arrancó y como era de esperarse el dominio de la pelota era de los de Capital Federal, lo que nadie se esperaba es que el primer tiempo terminará cero a cero, ya en la segunda mitad y más allá las cargadas de los simpatizantes "azulgrana" de que ahora se viene la goleada, los de Arroyito empezaron a tener situaciones, hasta que en el minuto 35 Santiago Sánchez. Marcó el único gol del partido.
Miguel Ramón en otro de sus cuentos "leip al ne ognaT aL", ahora con personajes de ficción, el había acompañado a su amigo que era hermano del arquero del Cultural escribe "Gol del equipo que jugaba con las camisetas verdes. Gol de los locales, o sea, nosotros. Gol del equipo del arquero de buzo amarillo, el hermano de mi amigo; "1 – 0 dije", y pensé, "pucha, no hay un tablero electrónico como para que quede registrado" para contextualizar lo que más de uno habrá pensado en ese momento.
Ni hablar cuando el partido terminó después de una tapada monumental del "Guardavallas" local que contada en la fabula futbolera de Ramón "Grande loco", se escuchaba repetidas veces, mientras el arquero del buzo amarillo saludaba agradeciendo sin saber a quién. Sonó por última vez el silbato, ganaron los de camiseta verde. La gente ingresaba de a puñados y esta vez las fotos eran para los dueños de casa, que ahora sus físicos lucían erguidos, y de pechos inflados.
El arquero del buzo amarillo, estaba rodeado por periodistas. Mi amigo a esa altura lloraba" de todas maneras el triunfo del Cultural Arroyito no fue un cuento, muchos todavía hoy recuerdan aquella victoria, el día que el Cultural Arroyito le ganó a San Lorenzo.