En el último encuentro del Consejo Federal de Salud, los ministros de Salud provinciales avalaron el cambio de estrategia de vacunación que ya están implementando otros países como el Reino Unido: diferir la segunda dosis de la vacuna contra el coronavirus.
La idea es darle la primera a más personas para hacerle frente a la segunda ola del Covid-19 y postergar la aplicación de la segunda. Cuando ésta se coloque, tiene que ser del mismo fármaco que el de la primera inoculación, porque las distintas vacunas disponibles no pueden intercambiarse entre sí.
En el mientras tanto, se espera que se vayan sumando más dosis. Este domingo llegarán al país 218.000 vacunas de AstraZeneca, parte del lote de 1,9 millón que la Argentina recibirá del fondo Covax hasta mayo.
Estas serán las primeras vacunas del laboratorio que se utilizarán en el país, pero no las primeras vacunas de AstraZeneca en emplearse. ¿Un juego de palabras? No. La Covishield, que ya se está aplicando desde febrero, es la misma vacuna, con distinto nombre comercial.
La Covishield fue creada por el Serum Institute, un productor de vacunas de la India. Las dosis de Covax llegan de AstraZeneca-SK Bioscience, una planta en Corea del Sur. Pero además se espera que para la tercera semana de abril comience la entrega de las vacunas de AstraZeneca producidas en la Argentina, cuyo principio activo se fabrica en la planta de mAbxience en Garín y luego se envasan en el hemisferio norte. Serán unas 900.000 dosis que vendrán de Estados Unidos, al igual las 3,5 millones que llegarán en mayo.
Frente a esta situación, surge la duda de si alguien que recibió la primera dosis de Covishield puede recibir la segunda con la de AstraZeneca de Corea o la ‘made in Argentina’. O de forma contraria, si alguien se vacuna desde la semana que viene con una dosis entregada por Covax, ¿puede completar la inmunización cuando lleguen las 580.000 unidades del segundo componente de Covishield que aún faltan venir?
La respuesta es sí, como también podrían completar la vacunación desde abril con las vacunas producidas acá. El desarrollo, realizado junto con la Universidad de Oxford, es exactamente el mismo, y partió de un adenovirus de chimpancé. El proceso de producción en las distintas plantas es también igual. De hecho, antes de la puesta en marcha de la fabricación, se realizó un proceso de transferencia de tecnología, para alinear todas las instancias del mecanismo.
A diferencia de la Sputnik V, el segundo componente de AstraZeneca es igual que el primero, con lo cual no hay inconvenientes en diferir la segunda aplicación y utilizar la segunda dosis para vacunar a más personas.