Un reconocido estafador uruguayo llamado Christian Alexandre Martín Ferreira dio nuevos dolores de cabeza a la policía local al hacerse pasar por un fiscal y hacer llamadas telefónicas en su nombre para ordenar medidas judiciales y hasta disponer la detención de una expareja.
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Ferreira tiene 27 años y ya acumula cinco antecedentes penales, entre ellos una estafa millonaria a organismos estatales uruguayos, en 2017.
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Ahora, según informa el diario El País de Montevideo, desde su celda en el penal de Libertad, Ferreira hizo al menos ocho llamadas desde distintos celulares y haciéndose pasar por el fiscal Fernando Valerio, representante de Ciudad de la Costa.
Así, solo telefónicamente, logró que la policía detuviera a su expareja, su exsuegro y a una cuñada de la mujer, quienes fueron derivados a una comisaría en un gran operativo, publica Clarín. Poco después, cuando la Policía advirtió el error liberó a los detenidos.
Pero en esos mismos llamados Ferreira había logrado ordenar la averiguación del paradero de un hombre que vive en Pocitos, y se comunicó también con dependencias policiales de Florida y Treinta y Tres, donde llegó a amenazar a un policía de denunciarlo por desacato por “incumplir” sus ordenes.
Por dinero en el extranjero
Cuando la policía se presentó en la casa de la expareja de Ferreira el sábado 1 de mayo, cumpliendo la falsa orden del falso fiscal, acusaron a la mujer de tener dinero en el exterior.
“Usted tiene US$ 16 millones depositados en el extranjero. Diga de dónde sacó ese dinero”, le decían los oficiales, mientras la joven negaba la acusación y se comunicaba con su abogado.
Poco después la mujer ya había quedado detenida e incomunicada, y en la puerta de su casa, a los tres móviles que ya había se sumaban dos camionetas y dos motos, porque el supuesto fiscal había pedido refuerzos.
A la expareja de Ferreira le dijeron también que había órdenes de trasladar a sus dos hijos al Instituto del Niño y Adolescente (INAU), pero ella logró que quedaran al cuidado de vecinos.
La expareja del estafador, su padre y su cuñada fueron trasladados como detenidos e informados de que iban a pasar la noche en un calabozo. Poco después, sin embargo, el subcomisario se presentó y les informó que podían irse. Cuando le consultaron sobre toda la situación, el subcomisario confesó: “Ni yo entiendo lo que pasó”.
Cuando se activó la investigación, se detectaron llamadas de Ferreira a ocho comisarías de Montevideo y del Interior.
Antecedentes
Ferreira ya había cometido delitos desde la cárcel: en 2017 estafó por millones al Fondo Nacional de Salud (Fonasa) y el Banco de Previsión Social (BPS).
La maniobra había comenzado en 2011 e incluía la creación de unas 100 empresas fantasmas para estafar a estos organismos, por un total de alrededor de cuatro millones de dólares.
Luego, en 2020, desde la Unidad 6 Punta de Rieles, estafó a un comercio por más de 15.000 dólares en la compra de herramientas e insumos, que llegaron a la cárcel. Cuando se constató el delito, Ferreira dijo que se trataba de “una donación a la cárcel”, pero finalmente el pedido fue devuelto a los damnificados.